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jueves, 28 de marzo de 2024 01:27h.

Podemos rechaza la prórroga pedida por el Ayuntamiento de Adeje para seguir vertiendo plomo al Barranco de Ajabo

Concepción critica la irresponsabilidad del gobierno local, que plantea que el campo de tiro siga funcionando sin los controles necesarios para evitar problemas ambientales y de salud pública.

Plomo en el cauce barranco Ajabo
Plomo en el cauce barranco Ajabo

“Es inadmisible que el Ayuntamiento de Adeje haya pedido una prórroga para poder seguir contaminando con plomo el Barranco de Ajabo desde un campo de tiro municipal que carece de la autorización de vertidos y de los controles necesarios para garantizar que no genera problemas de salud pública ni medioambientales”, subraya el consejero insular de Podemos Julio Concepción. “Parece mentira que haya que advertir al equipo de gobierno adejero de que lo que procede es paralizar esa actividad  debido a la ausencia de garantías de que no existen riesgos de contaminación del acuífero ni de las aguas que circulan por este Barranco hasta su desembocadura en el mar”, subraya.

En su opinión, esa petición de prórroga comunicada al grupo Podemos desde el Consejo Insular de Aguas, “demuestra una vez más la absoluta falta de conciencia y la irresponsabilidad del gobierno municipal de Adeje respecto al grave problema medioambiental y de salud pública que están propiciando en las inmediaciones del campo de tiro de Taucho, incluyendo el Barranco, los asentamientos rurales, las explotaciones agrarias limítrofes, así como su desembocadura en la playa de Ajabo” (en el turístico núcleo de Callao Salvaje). “Esta prórroga es totalmente improcedente –sostiene–, porque no estamos hablando de prorrogar una actividad inocua, sino el vertido de un material altamente tóxico y contaminante como el plomo, que está poniendo en riesgo no solo el medio ambiente, sino la salud de gran cantidad de personas residentes y turistas”, subraya.

Concepción recuerda que durante todo el mandato el grupo insular de Podemos ha seguido de cerca este problema y ha realizado varias peticiones de información y propuesto al Cabildo el cierre de esta instalación. “Y hace unos meses, los análisis realizados por el Consejo Insular de Aguas a petición de la asociación Amigos en defensa de Ajabo detectaron presencia de plomo en uno de los pozos de agua aledaños al Barranco, hecho que terminó de encender las alarmas y que impulsó al gobierno del Cabildo de Tenerife y, en particular, al responsable del Consejo Insular de Aguas, a implicarse más activamente en el problema de vertido de plomo que afecta a este paraje natural por la actividad del campo de tiro de titularidad municipal.

La cantidad de ese material tóxico detectada en el Barranco es inferior al límite legal marcado para consumo humano, admite Concepción, “pero es la primera vez que se detecta plomo en una fuente de agua de esta Isla y no es razonable que administraciones como la insular esperen a que el problema se agrave para tomar medidas”. Por ello, el pasado mes de julio la comisión plenaria de Sostenibilidad del Cabildo tinerfeño acordó requerir al Ayuntamiento de Adeje que solicite autorización de vertidos y que informe a los organismos competentes sobre la situación resultante de ese trámite, medidas con las que la administración insular pretende dar cumplimiento a una moción del grupo insular de Podemos que reclamaba una solución definitiva a este problema ambiental. “La petición de prórroga solicitada por este consistorio pretende sortear ese acuerdo y las medidas preventivas que se desprenden del mismo para que el campo de tiro continúe funcionando sin ningún tipo de control”, critica el consejero de Podemos.

Sobre la magnitud del problema, Concepción apunta que se calcula que sólo en el mes de junio de 2015 se arrojaron al Barranco media tonelada de plomo y unos 15.000 platos. Como ha puesto de manifiesto la formación morada en varias ocasiones, reitera que “es difícil determinar la cantidad de exacta de plomo que se acumula en el lugar, pero constituye un atentado ecológico evidente y un grave riesgo para la salud humana”. Y resalta el agravante de que las lluvias y la consiguiente escorrentía arrastran una parte de estos materiales por el cauce del Barranco hasta la playa de Ajabo. “Es de suponer que su contacto y difusión a través del agua facilita su incorporación a la fauna marina, y de ahí el riesgo de que acabe en el pescado que consume la población local y visitante”, concluye.