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viernes, 19 de abril de 2024 00:49h.

Adiós al proyecto de diques y arena planteado para la playa de Los Tarajales

El proyecto de construcción de diques para la retención de arena en la parte de la bahía de Los Cristianos conocida como playa de Los Tarajales, ha vuelto a quedar en nada. Al menos, en nada ejecutable: del proyecto previsto quedan varios tomos de documentos caducados y las palabras al viento de una larga lista de representantes políticos de CC, PSC/PSOE, PP y CCN-CAN que desde el siglo pasado vienen llenando páginas de periódicos con anuncios, discursos, programas electorales y promesas incumplidas. También quedan, eso sí, multitud de facturas de dinero público gastado en proyectos y trámites inútiles, en convenios ilegales e indemnizaciones, así como en viajes a Madrid.

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Adiós al proyecto de diques y arena planteado para la playa de Los Tarajales por la caducidad de la evaluación de impacto ambiental. Foto Esteban Pérez

La Dirección General de la Costa y el Mar adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha confirmado a la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) en un escrito fechado el 4 de marzo que la situación administrativa del denominado Proyecto de Regeneración de la playa de Los Tarajales y reforma del paso marítimo “es la misma que tenía el 12 de abril de 2013 cuando se formuló la declaración de impacto ambiental del proyecto, no habiendo licitado obras” y que “por tanto, no se ha iniciado actuación alguna al respecto”.

Además, esa dirección general ha informado al colectivo ecologista que la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del 12 de abril de 2013 por la que se había formulado la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto “perdió su vigencia el 12 de diciembre del 2019”. Y sin esa declaración, el proyecto planteado no tiene ninguna validez.

ATAN también había requerido información para saber si se ha realizado algún trámite que modifique la caducidad de esa declaración de impacto ambiental y, por tanto, del proyecto. En concreto, había requerido la notificación de informes técnicos y jurídicos emitidos por el Servicio Provincial de Costas de Tenerife, así como por el Ayuntamiento de Arona o, en su caso, por el Gobierno de Canarias y por el Cabildo de Tenerife sobre dicho proyecto. La respuesta de la Dirección General de Costa y el Mar ha sido que “los informes de las distintas fases de evaluación se encuentran resumidos en la Declaración de Impacto Ambiental de fecha 12 de abril de 2013”. De esta respuesta se desprende que desde entonces ningún responsable político ni técnico de ninguna administración ha realizado formalmente trámites complementarios como, por ejemplo, alguna petición de prórroga con la que evitar la caducidad de la declaración de impacto que condicionaba al citado proyecto.

Playa Los Tarajales Foto Esteban Pérez931_Fotor

Así las cosas, hoy por hoy no hay ningún proyecto en vigor para ejecutar obras en esta playa.

 

Ilegalidades, prisas y engaños.

La intención de ejecutar obras de mejora en la playa de Los Tarajales se remonta a finales del siglo XX, cuando se constató que la construcción del puerto de Los Cristianos había alterado de forma notable la dinámica de las olas y la parte de la bahía que linda con la Montaña de Guaza, provocando una notable acción erosiva que ha hecho desaparecer una parte considerable de superficie terrestre en la zona de Los Tarajales (han desaparecido incluso la carretera y la franja de terreno que separaban del mar a las casas que hoy han quedado junto al agua). Asimismo, el cambio de la dinámica de las olas causado por el puerto, genera acumulación de arena en la playa tradicional del núcleo y problemas de regeneración del agua de mar de la había hasta llegar a comprometer la calidad de la zona de baño, motivo por el que cada cierto tiempo es necesario drenar arena de esa playa.

En el mandato 1999-2003, con Miguel Delgado (CC) al frente de la alcaldía de Arona en pacto con el PP, el entonces concejal de Urbanismo (Félix Sierra, que en la actualidad cumple condena por delitos de corrupción) y el de Playas, Daniel Rondón, anunciaron el inminente inicio de las obras de regeneración de esa playa: habían tramitado el proyecto y conseguido una evaluación de impacto ambiental favorable, y aseguraban haber logrado la disponibilidad de todo el terreno afectado por el proyecto a través de convenios urbanísticos con sus propietarios. 

Un artículo de prensa acabó demostrando en 2003 que el estudio de impacto ambiental era inservible (se había comprado una evaluación favorable de encargo y gran parte del estudio se había plagiado del que se había realizado para la grancanaria playa de Las Meloneras, con lo que era imposible demostrar que los diques que pretendía construir en la bahía para contener la arena, no iban a causar ningún impacto significativo en la zona). También quedó acreditado que de haberse ejecutado aquel proyecto, la playa de Los Cristianos se habría convertido en un lodazal de arena fangosa y aguas contaminadas que hubieran impedido que la playa tradicional de Los Cristianos fuera apta para el baño.

Además, ecologistas y prensa también acabaron demostrando que parte de los convenios urbanísticos firmados eran ilegales, y que mientras unos beneficiaban sobre manera a sus beneficiarios, otros se basaban en engaños y abusaban in extremis de familias propietarias de suelo en esa playa. Esas ilegalidades han costado al Ayuntamiento de Arona el pago de indemnizaciones millonarias asumidas por las arcas públicas porque ni los gobiernos posteriores ni los grupos de la oposición estimaron conveniente o necesario reclamar el importe a los responsables políticos que generaron el despilfarro por involucrar a una administración pública en acuerdos ilegalidades.

 

Lucha contra la sostenibilidad

Esa forma de gestionar el proyecto hizo que la playa de Los Tarajales se quedara tal y como estaba, sin proyecto válido para su remodelación. La necesidad de reiniciar los trámites avivó el debate vecinal, empresarial y político en torno a la posibilidad de desechar la construcción de diques y apostar por un proyecto más ambientalista que marcara la diferencia con otras playas del Sur de la Isla y asegurara que la regeneración de la playa no chocara con la oposición de colectivos ecologistas como ATAN ni dificultara los trámites ambientales. Una parte de la ciudadanía defendía habilitar zonas de baño y solanas a través de la construcción de charcones ecosostenibles en el mar y otra demandaba la convocatoria de un concurso internacional de ideas para valorar todas las opciones posibles para la regeneración de la playa.

El grupo de gobierno de 2003-2007, con José Alberto González Reverón (CC) en la alcaldía aronera en pacto con el CAN de Manuel Barrios (político del que también se podrían contar muchas cosas relativas a esta playa) y el PP, empezó defendiendo y apostando por esa idea de impulsar un proyecto medioambientalista para Los Tarajales. Sin embargo, acabó cambiando de idea e impulsó otro proyecto que, de nuevo, se basaba en la construcción de impactantes diques de hormigón que planteaban dividir la bahía de Los Cristianos en dos partes para contener la arena que depositaran en la playa. Ese equipo de gobierno desechó el concurso de ideas con el propósito de agilizar trámites y poder iniciar las obras cuanto antes. Acabaron teniendo razón quienes advirtieron que dar la espalda a la apuesta por proyectos que armonizaran todo lo posible con la sostenibilidad ambiental en una bahía natural que linda con el espacio natural protegido de Montaña de Guaza (Monumento Natural y Zona Especial de Protección de Aves), acabaría dificultando o impidiendo la ejecución de ese proyecto. 

Además, para sortear los convenios ilegales firmados en la anterior etapa política para disponer del suelo que ocuparía la playa (sin 'perder' tiempo en corregirlos o gestionar cesiones o concesiones legales), se llevaron a cabo acciones truculentas que llegaban a ignorar en el proyecto la existencia de propiedades privadas de la playa, incluyendo incluso una vivienda habitada. 

Ese es básicamente el proyecto que ha intentado ejecutar el actual gobierno socialista que encabeza José Julián Mena desde 2015 (durante el mandato anterior en pacto con Ciudadanos por Arona, y desde 2019 en solitario).

En realidad hace años que los responsables técnicos y políticos que lo han examinado en profundidad saben que era prácticamente imposible llevarlo a cabo, entre otras cosas, por vicios de nulidad importantes como el de haber pasado por alto derechos de propiedad de suelo en la franja costera en la que pretendían construir la playa de arena. Para subsanar esa omisión, tal y como quedó claro desde 2014, habría sido necesario retrotraer la tramitación del proyecto y emplear varios años para hacer las notificaciones y trámites obligatorios que habían sido omitidos. Además, comprometían su ejecución varias cuestiones relacionadas con la legalidad medioambiental. 

Ese modus operandi político basado en las prisas, en la vulneración de derechos de parte de la población, en la ilegalidad y la corrupción, así como en la falta de conciencia medioambiental, resumen los motivos por los que han terminado cayendo en saco roto todos los proyectos, plazos y promesas políticas planteadas para  la playa de Los Tarajales durante los últimos 20 años. Y por acción o por omisión y ocultación, en el engaño que ha rodeado a esta playa tienen responsabilidad todos los responsables políticos que han pasado por el Ayuntamiento de Arona aunque, curiosamente, todos han presumido de transparencia.