');
Buscar
jueves, 18 de abril de 2024 21:05h.

El banco de alimentos de Arona distribuye comida no perecedera a casi 1.500 personas desde esta semana

El banco de alimentos de Arona acaba de iniciar una nueva fase de distribución de alimentos entre los beneficiarios de esta prestación, que sigue un procedimiento de control exhaustivo y que se presta conforme a las bases de las nuevas ayudas de emergencia social.

Visita_Banco_Alimentos_Valle_Fotor
Este recurso municipal cuenta con dos sedes y, en esta fase, entregará más de 30 toneladas de productos, que incluyen alimentación infantil

Desde este lunes, se distribuirán más de 30 toneladas de alimentos no perecederos entre un total de 1.433 personas, de las que 551 son menores de 15 años. Según los datos del padrón municipal de fecha 2 de mayo de este año, Arona tienen una población de derecho de 93.496 residentes, de los que 8.577 son menores de 15 años.

El alcalde de Arona, José Julián Mena, y la concejal de Servicios Sociales, Elena Cabello Moya, han visitado hoy (12 de julio) el almacén principal en Valle San Lorenzo para comprobar el estado de las instalaciones, junto a los trabajadores municipales que realizan la entrega, el procedimiento operativo y de distribución de estos recursos, que se gestionan en el marco del Programa Operativo del Fondo de Ayuda a los más Desfavorecidos de la Unión Europea (FEAD 2014-2020).

El alcalde manifestó que “se han realizado diversas obras de mejora e higiene de estas instalaciones, también del almacén secundario de distribución ubicado en El Fraile. Queremos mirar hacia adelante, con responsabilidad y la atención en garantizar unos servicios de calidad, seguros y más justos para nuestros vecinos y vecinas. Las políticas sociales son nuestra prioridad y, aunque queda trabajo por hacer, estamos avanzando, con firmeza y seguridad jurídica, para implantar nuevos servicios y mejorar los actuales”.

La concejala de Servicios Sociales recordó que esta aportación se complementa con las ayudas de emergencia social para la adquisición de alimentos perecederos, unas prestaciones que, desde la entrada en vigor de las nuevas bases en octubre del año pasado, permiten llegar a más personas en situación de vulnerabilidad. 
En este sentido, la edil destacó que “vamos a seguir trabajando en políticas sociales efectivas que permitan unos servicios de calidad y un apoyo real a las necesidades de nuestros vecinos y vecinas, más justas y con la puesta en funcionamiento de la valoración social”.

De hecho, las nuevas bases de prestaciones de emergencia social, en vigor desde el 10 de octubre de 2016, incrementan los conceptos incluidos y la cantidad de dinero anual que puede percibir la unidad de convivencia para alimentación, y permiten llegar a más población en situación de vulnerabilidad, ya que casi se triplica el umbral de renta por individuo. Además, se realizan valoraciones para que accedan a las ayudas personas que, aún no cumpliendo algún requisito, se encuentren en una situación grave que aconseje la prestación, como víctimas de violencia de género, personas sin hogar, menores en situación de riesgo, etc. 

Asimismo, se tiene en cuenta las recomendaciones para evitar la cronificación voluntaria, la baja colaboración para superar la situación o el incumplimiento por el beneficiario de lo establecido en los programas de intervención.

Además, de aumentar los conceptos y las cuantías máximas para estas prestaciones de emergencia social, se ha incrementado la partida presupuestaria específica en más de 500.000 euros en menos de dos años, con lo que se dispone de una partida de 1,3 millones de euros.

Por tanto, la nueva regulación de las ayudas de emergencia social permite llegar a más usuarios. “No se debe a que la situación haya empeorado, sino que ahora se puede optar a ayudas nuevas y, además, se suprime el requisito de estar al día con las obligaciones tributarias municipales, algo que estos beneficiarios, en general personas sin recursos, no pueden cubrir porque precisamente piden apoyo para cuestiones de primera necesidad”, explicó Elena Cabello.

Acceso al banco de alimentos

Para poder optar a este banco de alimentos, las personas propuestas para ser beneficiarias de esta ayuda son valoradas por las unidades de trabajo social del Patronato Municipal de Servicios Sociales, tras aportar toda la documentación requerida y conforme a las bases de las prestaciones de emergencia social (BOP nº 122 de 10 octubre de 2016). Conforme al número final de personas propuestas y sus edades y necesidades especiales, el FEAD envía una cantidad determinada de alimentos, siempre con fecha de caducidad de largo periodo y que no necesiten refrigeración o mantenimientos.  

Los alimentos son retirados en el primer mes de apertura del almacén, para asegurar que lleguen cuanto antes a los beneficiarios. Así, se avisa a cada solicitante del día, horario y lugar en el que puede ir a recoger los alimentos que le corresponden según el número de miembros de la unidad familiar.  Una vez los retiran, firman un documento de entrega establecido por FEAD, donde se especifican todos los datos para garantizar el procedimiento y que los alimentos llegan a las personas determinadas. Además, se les aporta toda la información sobre los distintos servicios públicos de carácter social existentes.

Durante los dos meses siguientes, se acreditan las entregas al FEAD y comienzan las gestiones de las solicitudes para la siguiente fase, con lo que el número de personas beneficiarias varía y, en consecuencia, también los kilos de comida que recibe Arona.

Otras ayudas nuevas

Desde este ejercicio, además de las novedades ya citadas, las ayudas para abonar el alquiler de la vivienda habitual se han multiplicado por 5, se han creado nuevas ayudas para la cobertura del alojamiento temporal para personas sin hogar y con riesgo de exclusión social, en el entorno habitual de residencia, y el alquiler provisional por situaciones de fuerza mayor o emergencia; también se han incluido los suministros básicos, como luz, gas y agua; a suministros del hogar esenciales, como nevera o lavadora; al traslado y a material escolar y libros, así como la inclusión de la compra de gafas graduadas, prótesis auditivas, etc.

Se han eliminado los requisitos de edad (antes estaban dirigidas solo a menores) y discapacidad para acceder a tratamientos odontológicos, y se puede optar a bonos de transporte (hasta ahora era para cuestiones relacionadas con la salud) para la búsqueda de empleo y el acceso a actividades de inserción social. 

Asimismo, se ha incorporado una nueva ayuda para facilitar la conciliación familiar y laboral en los casos en que se cumplan los requisitos esenciales, con servicios de permanencia, de acogida temprana, comedor, uniformes y recursos para periodos no escolares. También se ha incorporado a las ayudas de emergencia social las relativas a materiales y libros, lo que permitirá tenerlas abiertas todo el año. 

Se ha incluido una nueva ayuda para el desarrollo de programas de intervención social, en las que se incorporan cursos de capacitación profesional, uniforme de trabajo, actividad recreativa para situaciones de aislamiento o depresión, o actividades terapéuticas para personas con algún tipo de trastorno mental.

A este aumento de las solicitudes por el incremento de conceptos, se suma que se está realizando el procedimiento de implantación integral de la Administración electrónica (expediente electrónico) para la tramitación de estas ayudas, una actualización obligatoria para el control del gasto presupuestario y fijada por la Administración estatal. 

Esto obliga a subir todas las ayudas a una base de datos nacional, pero una vez implantado, permitirá acortar el trámite burocrático y hacerlo más rápido y sencillo. Con este proceso de implantación y con la contratación de más auxiliares administrativos y trabajadores sociales, se espera poder, en pocos meses, hacer toda la tramitación de cada expediente en muy poco tiempo y abonar las ayudas lo más rápido posible.