Los Cristianos está catalogado como zona de primera y cualquiera que  eche un vistazo a los anuncios de las inmobiliarias se percatará a qué precio se vende un apartamento inferior a los 80 metros cuadrados habitables, en un edificio de hace más de 40 años. Su costo no baja de los 120.000 euros.

Por otra parte, Los Cristianos siempre se ha caracterizado por la falta de viviendas en régimen de alquiler a precios asequibles. Las que hay o se destinan al alquiler turístico que, en muchos casos,  se cobra en negro;  o bien con el auge de las Viviendas Vacacionales, a la explotación en esta modalidad. De manera que encontrar una vivienda digna a un precio  justo  y asequible es como buscar una aguja en un pajar, desde hace décadas.

Cientos de turistas pasean a diario por delante del centro comercial ocupado en Los Cristianos, el concejal de Urbanismo dice que la situación daña la imagen turística de la zona, Foto Esteban Pérez

No obstante, parece que hay quienes han decidido plantarle cara a la especulación turístico-urbanística de la zona.  Se trata del movimiento okupa, cuyas decenas de personas están acarreando serios problemas a la propiedad privada, la administración local y la justicia, con sus asentamientos en espacios naturales y locales comerciales.

Con el fin de buscar soluciones a un fenómeno en auge,  en el caso del centro comercial, el Ayuntamiento de Arona colabora con la propiedad para desalojar a decenas de okupas que desde hace algún tiempo viven en los locales de ese centro, situados en primera línea de playa, en el paseo de Los Tarajales, sin que hasta la fecha se haya podido hacer nada al respecto.

En lo que se refiere al asentamiento de Laderas de Guaza, la propiedad de esos terrenos ha tomado también cartas en el asunto para que las personas que viven en el lugar dejen de hacerlo. 

En el caso del centro comercial, el concejal de Urbanismo, José Luis García, reconoce que “la situación daña considerablemente la imagen turística de la localidad”,  por lo que la administración local ha tomado medidas para que esas personas desalojen el inmueble lo más pronto posible, al  “no reunir condiciones de habitabilidad”, circunstancia, ésta última,  que ha dado lugar a que el ayuntamiento denunciara recientemente la situación. García ha señalado que cuatro okupas han solicitado el empadronamiento en el municipio sureño para poder llevar a los menores que conviven con ellos al colegio.

Cada vez son más las chabolas en las Laderas de Guaza, el Ayuntamiento de Arona reconoce la dificultad para el desalojo de las personas. Foto Esteban Pérez

Pese a que la propiedad ha reiterado la necesidad del desalojo de esas personas, la situación se ha visto retrasada al reconocer el juzgado el derecho de varios denunciados a solicitar abogados de oficio para su defensa. Por su parte, el Ayuntamiento de Arona, si bien consideraba que el asunto debía de resolverse de manera privada, ahora  cree  que la situación ha dado un giro importante al haber menores viviendo en unos locales que no reúnen condiciones de habitabilidad. Se trataría de un argumento de peso ante la justicia, junto con que parte de los que haceres de la vida cotidiana de esas personas transcurren  en plena vía pública, por lo que bien podría considerarse que existe una presunta “usurpación indebida del espacio público”, según las fuentes consultadas.

Mientras la situación se resuelve, los turistas que pasean por la zona no salen de su asombro. La imagen contrasta con la del hotel de cuatro estrellas que se encuentra al lado de ese centro,  y la de cafeterías y restaurantes, cuyos dueños están más que hartos de la “estampa” que dicen que “perjudica enormemente a sus negocios”.

Cabe resaltar también que el citado centro comercial, situado en uno de los tramos más anchos del paseo de Los Tarajeles,  a punto de ser rehabilitado por el ayuntamiento, con una importante inversión económica, lleva varios años terminado pero no  ha podido ser abierto al público, debido a un litigio entre sus propietarios.