El rabo de gato es una especie exótica invasora originaria de África y supone un peligro para la diversidad biológica canaria. Y por ello, los trabajos de erradicación de colonias de Pennisetum se realizan siempre bajo control técnico del Cabildo y siguiendo las directrices técnicas para el manejo, control y eliminación del rabo de gato (BOC 2014/120 24 de junio 2014).

Una vez extraídos del terreno, los residuos de esta planta son embolsados por separado, espigas por un lado y macollas (base de la planta) por otro y se acopian en zonas controladas. Tras la acumulación en varios días del acopio este material se traslada al complejo ambiental para su tratamiento. “En todos los procesos que realizamos con rabo de gato velamos por la trazabilidad del mismo y aseguramos un control exhaustivo de los materiales recopilados y los lugares donde se acopia, controlado sin son zonas susceptibles de contaminación por semillas o están exentas de ello”, ha indicado la consejera de Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Isabel García. 

“Se trata de una planta que está presente en muchos lugares de la isla, y desde el Cabildo se está trabajando intensamente en su control, sin embargo, la presencia de esta planta en muchas ocasiones supera la capacidad de respuesta que podemos dar”, ha añadido la consejera, “muchas veces cuadrillas dedicadas a otro tipo de trabajos realizan acciones de control de esta especie, incluyéndolas en los procesos de sus actividades y por ello las bolsas con residuos se acumulan, con total seguridad, hasta que procedemos a su retirada”.