La infraestructura, de más de 45 años de antigüedad, se encontraba abandonada y en claro deterioro, lo que suponía un impacto paisajístico negativo en este entorno protegido y un riesgo para la seguridad de los visitantes. Los trabajos, que se iniciaron a finales de año, suponen una inversión que ronda los 382.000 euros. 

El vicepresidente y consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, señala que las labores no han sido fáciles porque el sistema de autoconstrucción empleado para esta edificación incrementó la dificultad de las tareas a acometer para su completa demolición, teniendo en cuenta el tamaño de la estructura, la forma y la ubicación geográfica de este inmueble. Valbuena explica que ahora se iniciará una segunda fase en la que se acondicionará el terreno y se habilitará un punto de observación paisajística en el punto donde se emplazaba esta construcción. 

Por otro lado, el Cabildo tiene previsto llevar a cabo distintos trabajos de mejora en este punto de la carretera TF-123, a través de una ampliación de la plataforma de la conexión con Chamorga, y diferentes intervenciones que mejorarán la seguridad de los vehículos y peatones.