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viernes, 19 de abril de 2024 20:12h.

Una guía práctica explica a los propietarios de viviendas colectivas por qué tienen que mejorar su accesibilidad

El Cabildo, a través de la Sociedad Insular para la promoción de las personas con discapacidad (Sinpromi), y el Instituto Canario de la Vivienda del Gobierno de Canarias, han editado una guía práctica para informar a los ciudadanos, propietarios de viviendas colectivas, sobre la obligatoriedad de acometer las obras o actuaciones necesarias encaminadas a mejorar la accesibilidad de su edificación.

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El Cabildo y el Gobierno de Canarias, en colaboración con otras administraciones y entidades, editan este manual cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas

Se trata de un aspecto esencial para que muchas personas (con discapacidad y mayores, entre otras) puedan entrar, salir de su hogar y realizar las tarea cotidianas en condiciones de seguridad y comodidad.

La consejera de Acción Social, Coromoto Yanes, explicó que el objetivo final es “conseguir mayor calidad de vida de las personas y facilitarles su movilidad”. En este sentido, insistió en que no se trata solo de personas con discapacidad sino de personas con movilidad reducida (mayores, enfermos, embarazadas, etc). 

Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, en la actualidad, más del 25% de la población española tiene movilidad o comunicación reducida. Para el año 2050 esta cifra puede superar el 40% debido al progresivo incremento del porcentaje de personas mayores de 65 años. Yanes recordó que Sinpromi lleva trabajando 25 años por las personas y que el objetivo sigue siendo avanzar en la búsqueda de soluciones para la sociedad.

Colaboración

Este manual, que cuenta con la colaboración del Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife y de la Concejalía de Accesibilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife así como con el apoyo de CERMI Canarias, pretende favorecer un cambio en la percepción de la accesibilidad universal para comprender que es un factor que beneficia a todas las personas. 

Las instituciones y entidades colaboradoras destacan la importancia de realizar estas intervenciones de acuerdo a las exigencias de la normativa en materia de accesibilidad para, de esta forma, garantizar el uso autónomo y seguro por todas las personas. 

Para el concejal Carlos Correa este manual es un paso más y es resultado de la colaboración entre administraciones y entidades que han aunado sus fuerzas. “Miramos hacia delante y seguimos trabajando”, aseguró Correa quien se refirió a los avances llevados a cabo por el Ayuntamiento que ha modificado ordenanzas para facilitar la accesibilidad en edificios.

El vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife, Juan Hernández, recordó que su entidad lleva tiempo desarrollando acciones de este tipo para mejorar la accesibilidad en los edificios que administran. “Estamos en primera línea para asesorar porque entendemos que no es para una parte de la sociedad sino para todos”.  

Juan Bencomo, representante de CERMI, insistió en que los derechos humanos solo se pueden disfrutar si son universales y calificó esta iniciativa como un “reto excelente”.

La responsable del área de Accesibilidad de Sinpromi, Dulce Torres, fue la encargada de explicar los detalles de esta guía práctica. 

Derechos fundamentales

La accesibilidad universal es un factor necesario para lograr la plena inclusión de las personas con discapacidad porque garantiza el ejercicio de derechos fundamentales como el acceso a la formación, al trabajo a la cultura y al disfrute del ocio y el tiempo libre. También es necesaria para otra gran parte de la población que, por diferentes circunstancias, ven reducidas sus capacidades debido a las características del entorno y encuentra dificultades para realizar las tareas cotidianas. 

La mejora de la accesibilidad es obligatoria. Así lo establece la Ley de Propiedad Horizontal en su artículo 10. Las intervenciones deben realizarse en todas las zonas comunes de la edificación o complejo. Se tiene que facilitar el acceso desde la vía pública hasta las plantas donde se ubiquen las viviendas. Es necesario resolver las dificultades que existan en el acceso, las puertas, los pasillos, la comunicación vertical a través de la instalación de rampas, plataformas elevadoras o ascensores, el acceso hasta el garaje, los jardines, la piscina, las azoteas si son transitables, los trasteros, etc.  Es importante tener en cuenta la altura de los porteros automáticos, el diseño y altura de los pulsadores de la luz, el timbre, las botoneras de los ascensores y la altura de los buzones, etc.

Para las zonas comunes de las viviendas, a través del Instituto Canario de la Vivienda se convocan ayudas para la mejora de la accesibilidad de los edificios y, a través de los servicios sociales de la mayoría de los ayuntamientos, existen ayudas individuales que se conceden a las personas con discapacidad que residen en la vivienda y que pueden destinarse a la mejora de la accesibilidad de las zonas comunes, apoyando a la persona en el pago de su aportación al coste de la intervención.  En cuanto al interior de las viviendas, también hay ayudas a través de los servicios sociales de la mayoría de los ayuntamientos.