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jueves, 18 de abril de 2024 09:09h.

El fuego afectó a un total de 33 hectáreas, una cifra positiva en comparación con la media de la última década

El Operativo Brifor del Cabildo realiza 47 actuaciones durante la campaña estival de incendios forestales

El Operativo Brifor de Prevención y Extinción de Incendios Forestales del Cabildo de Tenerife ha realizado un total de 47 actuaciones de extinción entre el 15 de junio y el 18 de octubre, de las cuales 18 fueron forestales y el resto en zonas de riesgo próximas al monte. El fuego afectó a un total de 33 hectáreas, aproximadamente, una cifra positiva en comparación con la media de la última década, que está en 2.500 hectáreas.

 

Operativo Brifor-Balance 2015
Operativo Brifor-Balance 2015

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el vicepresidente y consejero de Medioambiente, José Antonio Valbuena; y el técnico de prevención y extinción de incendios, Florencio López, han presentado hoy [martes 27] los resultados de la campaña estival.
Alonso ha destacado la labor preventiva realizada durante los meses previos “que nos permite ser más eficaces en verano. Si a eso añadimos una rápida respuesta del personal del Operativo Brifor, tenemos los buenos resultados de este año”. Asimismo, ha incidido en las campañas de concienciación realizada con los colegios, en la que se ha llegado a 3.200 estudiantes, así como el programa de actuación en la zona de interfase en colaboración con Red Eléctrica Española, que ha permitido que la población de las zonas de riesgo conozca las medidas preventivas y de autoprotección en caso de incendio forestal.
José Antonio Valbuena ha señalado que la superficie afectada ha sido “pequeña y más si tenemos en cuenta lo sucedido en la última década, en la que tuvimos incendios como el de 2007, con 18.000 hectáreas, y 2012, que afectó a 6.600 hectáreas. Es positivo, pero debemos seguir incidiendo en la labor preventiva y mejorando en aspectos tecnológicos para poder mejorar la gestión de las alarmas que tengamos”.
Valbuena ha destacado la labor de la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambiental, que ha desarrollado diversas campañas en las que han tomado parte unas 8.000 personas “ya que los incendios forestales son un problema que afecta a toda la ciudadanía y parece que poco a poco vamos tomando conciencia de ello”. También ha señalado el trabajo la tutela de las actividades de mayor riesgo de incendios como las 204 exhibiciones de fuegos artificiales y las 1.000 quemas en trabajos agrícolas o forestales que se han desarrollado a lo largo del año. 
De igual forma, el Operativo Brifor ha incidido en la labor de patrullaje y vigilancia de las zonas forestales, reuniendo la información de actividades y ocupaciones de las infraestructuras de la zona forestal como campamentos, áreas recreativas y senderismo.
Florencio López ha indicado que “solo se ha producido un episodio de tiempo sur, entre el 11 y el 16 de mayo, lo que aumentó el riesgo” y que durante el resto del año “se ha estado en condiciones normales de alisio, incluso con unas precipitaciones superiores a la media, que ha hecho que prácticamente el riesgo durante el verano haya sido bajo”.
Así, sólo se produjeron tres incendios significativos a lo largo del año: uno en febrero en la zona de Fuente Fría (Arico) que afectó a 8,2 ha; otro en junio en la zona de Chozas Frías (Vilaflor) en junio, que afectó a 16 ha; y otro en julio en la zona de Chivisaya (Candelaria) en el que ardieron 4 ha. 
El Operativo Brifor, que ha estado integrado por 281 personas, además de su trabajo en las actividades de prevención mencionadas, desarrolla a lo largo del verano un programa de entrenamiento y capacitación que garantiza la máxima eficacia en sus intervenciones. El entrenamiento deportivo, en técnicas de extinción y la formación y capacitación en nuevas técnicas y materiales (retardantes de largo periodo, uso técnico del fuego, tendidos de larga distancia) y simulacros y ejercicios de coordinación, son una parte esencial de la actividad del Operativo.
El Operativo Brifor  continúa desarrollándose a lo largo de todo el año y durante la época de menor peligro -de noviembre a mayo- está cubierto con autobombas ligeras tipo disuasorio, unas unidades de prevención y vigilancia que desarrollan una gran labor en el tutelado de quemas agrícolas.