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jueves, 28 de marzo de 2024 15:39h.

Podemos apoya las críticas de colectivos animalistas contra el Ayuntamiento de Santa Cruz

La consejera insular de Podemos Mila Hormiga alerta sobre el malestar que está generando el Ayuntamiento de Santa Cruz entre colectivos animalistas y particulares por los desaciertos del protocolo para colonias de gatos que tramita esta administración tanto en lo relativo a partes de su contenido, como a la falta de participación y consenso en su elaboración.

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Mila Hormiga destaca que el protocolo que tramita para el control de colonias de gatos “tiene desaciertos importantes que urge corregir”

 “Implementar un Proyecto de Captura, Esterilización y Suelta (CES) para las colonias de gatos ferales de Santa Cruz para cumplir el expediente no basta, no es la solución; hay que respetar a los animales, tener en cuenta sus comportamientos y conciliarlos con el medio urbano”, destaca.

Explica que varias asociaciones y particulares presentarán un escrito dirigido al responsable del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Correa, para exigirle que rectifique ese protocolo y que el grupo insular de Podemos propondrá abrir debate en el Cabildo tinerfeño a través del Consejo Insular de Bienestar y Protección Animal. Como ponen de manifiesto en ese escrito, “resulta que las directrices y documentos que definen cómo se va a llevar la gestión de las colonias de gatos de Santa Cuz, descargan la mayor parte de las responsabilidades sobre este asunto en las personas que cuidan los gatos ferales (o asilvestrados), marcan plazos ilógicos para censar a los animales y, además, se han elaborado sin contar con las asociaciones y personas particulares que llevan años cuidando y alimentando a estos animales”.

Como destaca la representación animalista disconforme con el citado protocolo, apunta la consejera de Podemos, “teniendo en cuenta que en esta ciudad las administraciones nunca han realizado una gestión ética de colonias felinas, la población de gatos está totalmente descontrolada, por lo que un plazo de 3 meses es ilógico por ineficaz, máxime cuando el Ayuntamiento desconoce la cantidad de gatos, colonias y microcolonias existentes en las calles de Santa Cruz, una ciudad donde abunda la figura del gato feral”. Y subrayan que un plazo de tres meses tanto para autorizar como para llevar a cabo la esterilización de todos sus miembros, “es imposible de cumplir” y que, además, esta limitación de plazo “no existe en ningún otro protocolo de gestión ética de colonias urbanas/proyectos CES que tan exitosamente están funcionando en varias ciudades de nuestras islas y cada vez más en otras de nuestro país”.

Mila Hormiga apunta que también se quejan de que el protocolo del ayuntamiento para implementar este tipo de proyecto CES “carece de toda sensibilidad con los gatos, tiene muchas carencias y lagunas, adolece de un profundo desconocimiento del tema y no contempla las correctas pautas para un eficaz control de colonias, cuando un verdadero y exitoso proyecto CES y de Gestión Ética de colonias felinas urbanas siempre va de la mano es una campaña informativa y educativa, algo en lo que  muchas activistas se han ofrecido a colaborar con el ayuntamiento para garantizar la divulgación de las medidas de protección animal”.
 
“Desde el grupo insular de Podemos coincidimos con estos colectivos y particulares animalistas en que el censo de las colonias no puede someterse a caducidad y en que debe ser abierto”, sostiene Hormiga. Destaca que este planteamiento y la falta de consenso de la concejalía de Medio Ambiente “choca frontalmente con la meta de lograr la cooperación de la personas que dedican su tiempo y sus medios a alimentar las colonias callejeras, que son muchas”. “La confianza y colaboración de estas personas no se gana imponiendo un CES enlatado” añade al tiempo que detalla que los proyectos de Captura, Esterilización y Suelta “son mucho más de lo que plantea el Ayuntamiento de Santa Cruz, pues deben ser compromiso, continuidad, trato ético a los animales, protección de las colonias, respeto a sus comportamientos y costumbres y, en definitiva, deben ser proyectos que apuesten por la vida con sacrificio cero, protegiendo a los gatos ferales, un compromiso básico que el Ayuntamiento de Santa Cruz ni siquiera ha puesto sobre la mesa”.