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jueves, 28 de marzo de 2024 19:10h.

Roberto Gil Hernández remarca que se puede reivindicar el desarrollo equitativo entre islas sin convertir las diferencias en una competencia

Podemos insta a Carlos Alonso a superar el insularismo que lastra a Tenerife

“Para mejorar problemas de movilidad de Tenerife como el de la TF-5 no hace falta criticar a Gran Canaria ni tratar de ponernos en un punto victimista con respecto a las inversiones que aporta el Gobierno de Canarias a otras Islas”, remarca el consejero de Podemos en el Cabildo de Tenerife Roberto Gil-Hernández en relación al “ataque continuo” y al “insularismo extremo” que mantiene el presidente de esta institución contra la isla vecina.

 

Roberto Gil Hernandez, consejero Podemos CabTfe
Roberto Gil Hernandez, consejero Podemos CabTfe

“Superemos de una vez por todas el insularismo tinerfeñista, una rémora del pasado que no hace sino lastrarnos”, reitera Gil-Hernández a Carlos Alonso, máximo responsable del Cabildo de Tenerife, en referencia a los ataques que está vertiendo en los medios de comunicación por el desequilibrio inversor del Gobierno de Canarias entre Tenerife y Gran Canaria. 

“Por mucho que dé titulares –critica–, esta escenificación circense del pleito insular no ayuda en nada a ninguna isla y, lo peor, ahonda en la debilidad del Archipiélago”, algo “realmente absurdo”, máxime teniendo en cuenta que ese reparto autonómico de fondos es responsabilidad de CC, el partido de Carlos Alonso, y de PSOE, socio de gobierno de esas siglas tanto en el Gobierno de Canarias como en el Cabildo.

“Podemos apoya el fondo de la reinvindicación de reparto equitativo de fondos entre islas”, subraya, “pero no las formas” de Carlos Alonso y CC para defenderlo. “Ya está bien de seguir ahondando y dando carta de entidad a eso que Pedro Guerra llama en una de sus canciones la línea que divide las naciones”, reivindica mientras incide en la paradoja de que la división de la nacionalidad canaria venga de la mano de un supuesto partido nacionalista como Coalición Canaria.

E incide en que “para defender el desarrollo equitativo no hace falta generar o convertir las diferencias que puedan existir entre las islas en una competencia cuando se supone que lo que debe primar en un Archipiélago como el nuestro es la solidaridad”.