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jueves, 28 de marzo de 2024 15:39h.

FEPECO denuncia que quieren apagar Tenerife

Oscar Izquierdo presidente de FEPECO señala que el tiempo es inexorable, ahora estamos soportando el resultado delabandono a nuestra isla durante las últimas tres décadas.  Se ha mirado para todos sitios, especialmente para la isla de enfrente, relegando a Tenerife, que padece una carencia crónica de infraestructuras en todos los ámbitos, estando al albur de incidentes, accidentes o complicaciones varias.

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Oscar Izquierdo: La isla no cuenta con las infraestructuras que demanda la economía y la sociedad

 A esto hay que añadir el impacto negativo de los noistas, esos que han intentado o intentan parar cualquier obra de equipamiento a ejecutar, bajo el pretexto de la defensa del territorio, pero lo cierto es que entorpecen cualquier iniciativa beneficiosa para la isla, siendo los mejores aliados de los que quieren hundir a Tenerife. A éstos y a algunos políticos que se revisten con el traje verde, se les llena la boca con las energías renovables, pero no se dice nada de que los sistemas insulares siguen necesitando una energía de respaldo.

Puede ser que la falta de mantenimiento de los grupos de generación de la central de Granadilla por parte de la empresa y la dejación del Gobierno de Canarias, más dedicado a populismos ecologistas, que a vigilar a Endesa y a REE para que cumplan con sus obligaciones, lleven a una situación insostenible. Por ejemplo, en los últimos 20 años no se ha autorizado ningún grupo nuevo que sustituya a los más antiguos, ni las autoridades estatales, ni autonómicas han sacado concurso para la adjudicación de nuevas potencias. 

El cero energético se ha producido con una demanda bastante inferior a la que puede dar la central de acuerdo con su potencia instalada, por lo tanto, en este caso, no es por falta de potencia. Todo parece indicar que la causa puede ser un deficiente mantenimiento, que pone en evidencia a la empresa suministradora por no hacer y al Gobierno de Canarias por dejación de sus responsabilidades, porque con la normativa en la mano el Gobierno, debe hacer el seguimiento del mantenimiento de cada grupo de generación y parece que han estado ocupados en otras cosas. 

Lamentablemente en Tenerife hemos sufrido en los últimos 30 años, una dejadez y una falta total de previsión, unida a una más que dudosa eficacia en la toma de decisiones, que siempre han terminado por primar el comienzo y terminación de las obras de infraestructuras en otra isla. Tenerife merece respeto, pero primero hay que hacerse respetar y eso siempre ha fallado por parte de los distintos responsables públicos insulares o autonómicos. No se puede olvidar que cualquier territorio que quiera gozar de un alto nivel de desarrollo, tiene que disponer necesariamente de una eficiente dotación en infraestructuras y Tenerife carece de las esenciales, además que las que tenemos son insuficientes tanto en calidad como en cantidad.