Previa Auditoría Energética del Municipio, en la que se ha analizado la situación lumínica en la que se encuentra, habiendo conocido con ella el modo de explotación, funcionamiento y prestaciones de las instalaciones de alumbrado público, el estado de sus componentes, sus consumos energéticos y sus correspondientes costes de explotación, se ha considerado necesario mejorar la eficiencia y el ahorro energético de estas instalaciones, adecuar y adaptar las mismas a la normativa vigente, limitar el resplandor luminoso, así como su contaminación lumínica.

Por ello, y partiendo de las recomendaciones planteadas por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Ayuntamiento de Güímar ha tomado la iniciativa de elaborar una Ordenanza Municipal reguladora del Alumbrado Exterior para la protección del cielo nocturno, contando con el objetivo de hacer compatible el desarrollo de la actividad humana en horario nocturno, con la oscuridad natural de la noche, mediante el adecuado diseño y uso sostenible de las instalaciones de alumbrado y dispositivos de iluminación exteriores, así como otras medidas.

Entre ellas se incluyen las obras de mejora lumínica en la calle Poeta Arístides Hernández Mora, «punto neurálgico del municipio debido a la concentración de diversos espacios de especial índole, entre los que se incluyen el Colegio Alfonso X, la Piscina Municipal de Tasagaya y el Centro de Salud de Güímar, entre otros tantos, por lo que consideramos prioritaria su instalación ya que, con 13 farolas durante su recorrido, de 8 metros de altura y con más de 20 años de historia, pretendemos evitar la posibilidad de problemas mayores» – añade Verónica Jorge. 

Prueba piloto para el resto del municipio

Tras detectar un grave deterioro en los báculos de las farolas de la calle Poeta Arístides Hernández Mora, se plantea la sustitución de los propios báculos y luminarias de toda la calle, orientándolo al nuevo modelo eficiente y sostenible en el que ha ido trabajando el Ayuntamiento estos últimos años.

En concreto, para esta calle se plantea realizar una experiencia piloto de cómo quedará el municipio en un futuro muy cercano, implantando sistemas de iluminación inteligente que serán capaces de adaptar la intensidad lumínica a las necesidades concretas del usuario en todo momento y de manera automática a través de Internet y sin necesidad de intervención humana, gracias al sistema de gestión urbana Owlet IoT, ofreciendo datos precisos en tiempo real, con la mayor eficacia y logrando un ahorro energético de hasta un 85%.

Con este nuevo sistema será posible detectar, supervisar y notificar parámetros tales como las horas de encendido y apagado de la luminaria, el consumo energético, la potencia, además de otros, como regular los niveles de iluminación durante la noche (sistema de control Nightshift), incrementando el rendimiento visual, gracias al uso de sensores.

La solución para esta iluminación ha sido la colocación de la luminaria AMPERA, que establece un nuevo punto de referencia en la iluminación LED gracias a sus múltiples ventajas y a su diseño exclusivo que garantiza una distribución uniforme de la luz, los LEDs blancos (3000K) generan una iluminación de alta calidad y aseguran el máximo confort visual y una reproducción del color perfecta (CRI 80).

Durante todo este procedimiento, desde la Auditoría Energética, pasando por la Zonificación de la Ordenanza del Cielo y hasta la elaboración del primer Proyecto de Alumbrado Público del Municipio con Iluminación Inteligente, proceso en el que se ha colaborado con la Oficina Técnica del Consistorio, ATER Ingeniería, Sostenibilidad y Energía, S.L. ha sido la empresa encargada de acompañar y asesorar al Ayuntamiento en el nuevo modelo de iluminación sostenible y eficiente.

«Cabe recordar la labor que se ha realizado desde el área conjuntamente con el Plan Güímar Emprende, dirigido por el primer teniente de alcalde, Gustavo Pérez, realizando un notorio trabajo de campo con los vecinos y vecinas de la zona para conocer de primera mano sus inquietudes y sugerencias, debiendo agradecerles la posibilidad de aprovechar pequeños espacios privados para la mejor instalación de las nuevas farolas, y así dejar espacio suficiente en las aceras para su correcta adaptación a la legislación vigente sobre accesibilidad universal y supresión de barreras físicas que se irá realizando con cada nueva acción a acometer, todo ello conforme las pautas sugeridas desde la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad ‘Sinpromi’»– finaliza la edil.