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sábado, 20 de abril de 2024 01:32h.

Podemos critica la precarización del servicio y de la plantilla del CAMP Reina Sofía de Güímar

La consejera de Podemos en el Cabildo de Tenerife Mila Hormiga alerta del grave deterioro de la calidad asistencial y de las condiciones de trabajo que se están produciendo en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual  (CAMP) Reina Sofía de Güímar, sobre todo, “por los recortes de inversión y por el desinterés del Instituto de Atención Sociosanitaria (IASS) y del Cabildo de Tenerife en que este recurso asistencial siga siendo el centro de referencia que fue antaño”.

 

Hormiga cuestiona la apuesta del IASS por el trabajo eventual y por los recortes en el mantenimiento de este centro que da servicio a 100 personas con discapacidad intelectual
Hormiga cuestiona la apuesta del IASS por el trabajo eventual y por los recortes en el mantenimiento de este centro que da servicio a 100 personas con discapacidad intelectual

Hormiga, que está siguiendo de cerca las problemáticas de este centro a través de su personal, de familiares de usuarios y del comité de empresa, subraya que la progresiva desinversión insular en recursos humanos y materiales de este recurso que da servicio a 100 personas usuarias con discapacidad intelectual y cuyo catálogo laboral contempla una plantilla de 100 trabajadores, 44 de ellas enclavadas en  la categoría de cuidadoras, “han ido generando tantos déficits, que el deterioro de las condiciones de trabajo, de las propias instalaciones y, consecuentemente, del servicio a las personas atendidas, ha alcanzado niveles realmente preocupantes”.

La consejera de Podemos cita que el comité de empresa de los centros que fueron delegados desde la Comunidad Autónoma al Cabildo tinerfeño en 1997, lleva años reclamando que se cubran de manera estable las plazas de personal que van quedando vacantes por jubilación tanto en éste como, en general, en los tres centros asistenciales delegados, “sin embargo, lo que está haciendo el Cabildo es cubrirlas con personal eventual con contratos de seis meses, algo que perjudica la adquisición de experiencia en la atención a los usuarios”. En el caso del CAMP Reina Sofía, que atiende a personas con discapacidad intelectual, añade, “el constante cambio del personal que se encarga de sus cuidados, dificulta el desempeño de los mismos, ya que este perfil de personas con discapacidad suele precisar la menor cantidad de alteraciones y cambios en sus rutinas y en su entorno”.

Esa eventualidad, añade, “conlleva un sobrecoste en las arcas públicas del IASS, por penalizaciones y multas de la Seguridad Social y liquidaciones excesivas por finalización de contratos” con lo que “resulta totalmente ilógico que el IASS prefiera apostar por la precariedad y la precarización laboral frente al trabajo estable y el ahorro económico”. E incide en que a este hándicap se añade que el extra de personal que precisan estos usuarios con necesidades especiales, “conlleva una sobrecarga en las condiciones laborales del ratio de personal cuidador /usuario” y que, a su vez, “obliga a hacer horas extra e impide el disfrute de los días libres que se generan  que les corresponde como compensación por esos trabajos extraordinarios y días festivos trabajados”. En el caso del personal eventual, explica, que ese problema se compensa con el pago de vacaciones no disfrutadas cuando se les hace la liquidación de contrato, “pero como denuncia la representación sindical de la plantilla, el personal fijo e interino llega a acumular días de libranza de un año para otro”. 

Esta sobrecarga, añade, “también imposibilita cambios de turnos y, obviamente, incide de forma directa en el desánimo y en casos de estrés que agudizan las bajas por enfermedad”, y todo, reprocha, “por una irresponsable política de recursos humanos en la que priman los recortes y la precarización”. Hormiga remarca que esos recortes en personal que atentan directamente contra los mínimos de responsabilidad laboral que deberían cumplir el Cabildo y todos sus organismos y sociedades, el IASS incluido, “se agrava con los recortes que se están aplicando en el mantenimiento de las instalaciones”. Apunta como ejemplo que la zona verde que se usaba como punto de esparcimiento de los usuarios del centro “está inutilizada porque hace cuatro años quedó invadida por una gran roca como consecuencia de un temporal, y por más que el personal reclama que sea retirada para poder recuperar el uso de ese espacio, el IASS hace oídos sordos”. En la misma línea, critica que la piscina terapéutica que se usaba, por ejemplo, para tratamientos de fisioterapia y psicomotricidad, “lleva años cerrada”.

La consejera de Podemos recuerda que el IASS se creó precisamente para mejorar la calidad y optimizar la gestión de los recursos sociosanitarios de Tenerife, “pero con el paso de los años –critica–, ese objetivo parece haber quedado en segundo plano y está ocurriendo justo lo contrario: que centros que eran modélicos cuando los gestionaba el Gobierno de Canarias, como es el caso de este CAMP y la Residencia de Mayores de Ofra, ahora se caracterizan por la precariedad”.