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jueves, 28 de marzo de 2024 14:34h.

Ciudadanos gana las elecciones en Cataluña pero el independentismo resiste la mayoría absoluta

Inés Arrimadas puede estar contenta, pero no eufórica. Y es que Ciudadanos ha ganado las elecciones de Cataluña, pero el independentismo ha conseguido mantener la mayoría absoluta en escaños, in extremis y retrocediendo en % de votos, pero lo ha conseguido. Una situación que, en el fondo, coloca a la región de nuevo en el precipicio, aún más inestable, con una primera fuerza en votos que no puede gobernar y con un independentismo cuyo máximo baluarte, Carles Puigdemont, vive en el extranjero y el segundo, Oriol Junqueras, está en la cárcel. Para más inri, la CUP y sus exigencias de una declaración de república catalana, vuelve a ser llave electoral.

 

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Ines Arrimadas es la gran vencedora tras aupar a Ciudadanos a la victoria pero muy difícilmente podrá gobernar

A Junts per Catalunya le ha venido bien dos cosas: separarse de ERC y mantener al ex president en Bruselas. Contra todo pronóstico, se han convertido en la segunda fuerza más votada, con el 21.7% de los votos. ERC, que en las encuestas aparecía como primera fuerza, se ha quedado tercera, con el 21.4 % de los votos.

A nivel general, el independentismo ha retrocedido 2 escaños y apenas 4 décimas en votos. Es menos que hace dos años, pero es suficiente para seguir controlando el parlamento. 

La gran debacle, con mucha diferencia, ha sido para el PP, que prácticamente ha desaparecido del mapa, convirtiéndose en séptima fuerza en votos y en escaños. Las caras en Génova eran de velatorio, según periodistas encargados de cubrir la información del partido. “La valoración tiene que ser muy clara, no voy a entrar en matices: ha sido un muy mal resultado del que no nos podemos sentir ni mucho menos orgullosos. Hoy es un día malo para el PP”, ha declarado García Albiol, el candidato popular, tras conocer los resultados.

Las cifras demuestran hasta qué punto los catalanes viven en un mundo completamente distinto al del resto de España. Rajoy, el más votado en el país, completamente hundido en la región mediterránea. ¿Tendrá alguna incidencia a nivel nacional?

Sorprendente es también el resultado del PSC de Iceta, quien ha conseguido frenar la sangría electoral socialista en Cataluña que ya duraba 18 años, pero se ha quedado con un resultado más flojo del esperado. “No son los resultados que esperábamos, no hemos conseguido ni una mayoría alternativa ni ser el centro de esa mayoría”, decía el líder socialista.

Hasta 25 escaños vaticinaban algunas encuestas. Se han quedado en 17.  inesperado porque parecía que su discurso desmarcado de Ferraz, intentando seducir al nacionalista no independentista de izquierdas, estaba funcionando, pero los resultados finales han demostrado lo contrario.

Más esperado, el retroceso de Catalunya Comú-Podem, cuya estrategia de “ir con el árbitro en un Barça-Madrid” que definió Errejón hace dos años se ha visto penalizada en un momento en que las posturas se han polarizado entre la opinión pública. El partido ha perdido 3 escaños, demostrando de nuevo que el factor Pablo Iglesias sigue desinflándose y que el líder violeta vive sus horas más bajas desde que es líder de Podemos. ¿La única nota positiva? Que no se verán comprometidos a decidir entre unos y otros, con lo que ello podría suponer para el partido a nivel nacional.

Cataluña, en definitiva, se enfrenta a una resaca electoral importante. Con unas mayorías y un posible Govern que penden de un hilo, con unos líderes independentistas que se enfrentan a un futuro entre rejas, con la sombra de otra posible DIU en el horizonte, sumados a los efectos del artículo 155, la situación es de todo menos tranquilizadora porque, y aquí viene lo más importante: la economía de la región ya lleva dos meses dando la señales de alarma y España corre el riesgo de sufrir sus efectos en forma de epidemia. Y no es que estemos para lanzar cohetes.