Este gigante empresarial de la sanidad privada que, según sus últimas cuentas auditadas y publicadas, tuvo una facturación anual de 170 millones de euros y unos beneficios de 25 millones durante 2018 en Canarias, había retirado voluntariamente la primera solicitud de ERTE que presentó el 26 de marzo para el 90% de su plantilla al cerciorarse de que la misma tenía muy pocas posibilidades de prosperar.

En cuanto fueron presentadas, el Gobierno de Canarias puso en cuarentena esas propuestas de ERTEs y solicitó un informe a Inspección de Trabajo al estimar que su memoria justificativa incurría en contradicciones y, además, por las restricciones impuestas por el Gobierno de España para aplicar este tipo de medidas en centros sanitarios. 

Pero su segundo intento sí ha prosperado. Como ha informado Iván Suárez en Canarias Ahora, el Gobierno canario le dio visto bueno en dos fases a lo largo de la semana pasada: primero fue aceptado el ERTE solicitado para la sociedad Roca Gestión Inmobiliaria (que gestiona los servicios de Gran Canaria), y el pasado viernes fue aprobado el presentado para Clínicas del Sur (aunque como pueden ver en la notificación de reducción de jornada que nos ha facilitado un trabajador, sigue apareciendo como fecha el 26 de marzo).

En total, la medida afecta a los siete centros hospitalarios y de especialidades de la empresa familiar de Pedro Luis Cobiella en Canarias: cuatro en Tenerife (Hospiten Sur Las Américas, Belleuve y Tamaragua en Puerto de la Cruz y Rambla en Santa Cruz). Dos en Gran Canaria (Clínica Roca, en San Bartolomé de Tirajana y el centro de especializadades en Santa Lucía), y uno en Lanzarote (Tías).

A la mayoría de los empleados de Hospiten Sur (médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, técnicos de rayos…) se les ha aplicado una reducción de jornada del 25%, con lo que han pasado a trabajar el 75% de su horario habitual. Algunos empleados indican que a una parte de la plantilla se le habría aplicado un 50% de reducción de jornada.

Los trabajadores afectados podrán cobrar la prestación por desempleo (ya sea por la suspensión del contrato o por las horas no trabajadas en los casos de reducción de jornada) desde el 1 de abril hasta el término del estado de alarma.

La propuesta inicial planteaba suspensiones de contrato o reducciones de jornada para el 90% de la plantilla del grupo, incluyendo a personal directivo, de administración, traductores y trabajadores sanitarios. En concreto, para 1.264 de los 1.362 trabajadores que Clínicas del Sur tenía en sus cinco centros y 256 de los 293 profesionales de los complejos en Gran Canaria. 

Falta de personal

Esas cifras han sufrido algunas variaciones. En Hospiten Sur, por ejemplo, unos treinta enfermeros que prestan servicio en las plantas de hospitalización y que fueron incluidos en un principio en el ERTE con una reducción del 25% de su jornada laboral ordinaria están trabajando desde el día 13 con su horario habitual de 40 horas a la semana.

Según Canarias Ahora, trabajadores de la empresa han explicado que la dirección del centro tuvo que suspender parcialmente la medida por la falta de personal. Recuerdan que según se declaró el estado de alarma, Hospiten prescindió de una elevada cantidad de enfermeros en prácticas alegando que no habían superado el período de prueba (fórmula con la que la empresa se ahorra indemnizaciones por despido o terminación de contrato antes de lo previsto). Y relatan que durante la emergencia sanitaria salió de la empresa otro grupo de profesionales de enfermería que optó por trabajar en el sector público aprovechando las plazas ofertadas ante la necesidad de reforzar las plantillas para atender la demanda asistencial que ha provocado la pandemia de coronavirus.

Y añade que estos cambios "han provocado, según los profesionales consultados, importantes desbarajustes en la actividad normal del centro, de manera que algunos tienen que rotar por diferentes servicios en una misma jornada para cubrir las necesidades asistenciales". “No hay trabajadores suficientes”, concluye uno de ellos. 

"Desde que se declaró el estado de alarma trabajamos en la más absoluta incertidumbre", ha declarado a Sol del Sur una trabajadora de Hospitén Sur. Detalla que desde entonces "todo han sido rumores de despidos, de recortes de jornada y salario e incluso de cese de actividad" y que "la empresa, como de costumbre, nos ha tratado como a ganado y no nos ha dado nada de información". Ella y otros trabajadores señalan que se han ido enterando de algunas cosas a cuenta gotas, en unos casos por decisiones evidentes como el despido del personal en prácticas "con muy malas maneras" y otras a través de los medios de comunicación. Añaden que la semana pasada se toparon con la reducción de jornada "de sopetón", cuando empezaron a ser llamados "por separado, de uno en uno" desde administración "para firmar el aviso de reducción de jornada".

Entre los distintos trabajadores consultados por este medio, uno manifestó que sí que le pareció lógico que le reduzcan la jornada "porque en mi especialidad apenas tenemos trabajo desde que la gente fue confinada en sus casas y, sobre todo, desde que se cerraron el tráfico aéreo y los hoteles".

En el caso de Hospiten Roca, el ERTE planteaba la suspensión del contrato de aproximadamente el 30% de la plantilla, incluidos médicos y la práctica totalidad del personal no sanitario, y reducciones de jornada laboral para el resto, desde el 30% en el caso de los médicos hasta el 50% para profesionales de enfermería o del 60% para auxiliares clínicos. 

Por qué ahora sí han prosperado los ERTEs

Las claves de esa aprobación responden, primero, a la entrada en vigor el 22 de abril de un nuevo decreto ministerial que abría la mano a la aprobación de ERTE también en servicios esenciales y, en segundo lugar, como había avanzado Sol del Sur, a que Hospiten habría cambiado de despacho de abogados al cerciorarse de que su primera propuesta de suspensión temporal de contratos y reducciones de jornada a cargo de la Seguridad Social, no tenía ninguna posibilidad de ser aceptada, cambio que implicó una nueva estrategia. 

Canarias Ahora detalla que fuentes de la Dirección General de Trabajo han apuntado en ese sentido que las modificaciones incorporadas por el nuevo bufete en su memoria justificativa de la causa de fuerza mayor en que apoyaron el ERTE, con una explicación más detallada para intentar demostrar que las pérdidas económicas han sido consecuencia de la salida masiva de turistas y del cierre de fronteras decretado tras la declaración del estado de alarma. La empresa, añade el medio, sostiene que los pacientes foráneos constituyen el "núcleo" de su actividad, al margen de los conciertos con el Servicio Canario de Salud (SCS), de los que es la principal beneficiaria en el Archipiélago, al recibir cada año por esta vía más de 30 millones de euros.

Pero, como señalan el citado periódico digital y fuentes consultadas por Sol del Sur, lo que terminó por convencer a los técnicos de la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo fue la entrada en vigor del último real decreto de medidas económicas aprobado por el Gobierno central, que establece desde el 22 de abril la posibilidad de que las empresas que presten servicios esenciales, como los centros y establecimientos sanitarios, puedan suspender contratos o reducir jornada a una parte de sus plantillas a través de un ERTE.

¿Tejemanejes con la sanidad privada?

Mientras estos ERTEs se dilucidaban en medio de un visible enfrentamiento entre el Gobierno de Canarias y  empresarios de la sanidad privada canaria a cuenta de la gestión de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus, cayó la cabeza política de la consejera de Sanidad, Teresa Cruz Oval. Fue sustituida por Julio Pérez, que hace más de una década tuvo responsabilidades en el gigante de la sanidad privada en las Islas, Hospiten, donde fue secretario del Consejo de Administración. También ha sido cesada la directora del Servicio Canario de Salud, Blanca Méndez. Esos movimientos han sido interpretados por colectivos como la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias como parte de una operación urdida en beneficio de la sanidad privada y de sus intereses.

Dadas las informaciones contradictorias que han ido revelando los trabajadores sobre la reducción de jornada que se les estaba aplicando a pesar de las informaciones periodísticas que apuntaban al archivo de los ERTE solicitados, Sol del Sur ha contactado en varias ocasiones con la consejería de Conocimiento, Trabajo y Empleo del Gobierno de Canarias, así como la Dirección General de Trabajo. Seguimos a la espera de que respondan...