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sábado, 20 de abril de 2024 10:05h.

La rabia, una enfermedad mortal para la que sí tenemos vacuna

El 75% de los países del mundo tienen rabia endémica y su existencia es un problema de salud de primer orden en esos territorios porque, una vez contraída, la rabia es mortal en la práctica totalidad de los casos, tanto en animales como en personas. “Podemos pensar que se trata de países lejanos pero no: Marruecos y el norte de África,  así como muchos más países con los que mantenemos intercambios comerciales a diario,  están ahí, muy cerca geográfica o comercialmente y tienen este problema: una plaga que en los territorios en los que no está erradicada mata cada año cerca de 70.000 personas y obliga a sacrificar a casi 20 millones de perros”, explica María Luisa Fernández Miguel, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife. 

La rabia, una enfermedad mortal para la que sí tenemos vacuna

En Europa, la rabia suele producirse en animales salvajes, sobre todo en los países del Este como Bulgaria, Rumania, Eslovenia, Eslovaquia, Polonia, Hungría o, más al norte, en Finlandia. En Italia y Grecia también ha vuelto a reaparecer. En España por ahora se notifican casos puntuales, sobre todo en murciélagos con rabia salvaje o bien en perros y algún caballo que proceden del norte de África y Marruecos, en el caso de animales domésticos.

Esta situación ventajosa en nuestro entorno ha sido posible gracias al trabajo de control, erradicación y vigilancia de zoonosis realizado entre otros profesionales por los veterinarios que han logrado que España tenga el estado sanitario de país libre de rabia, lo cual no quiere decir que debamos bajar la guardia porque sigue siendo imprescindible que nuestros perros, gatos y hurones se vacunen anualmente para mantener esa tranquilidad.

“Evitar un problema extremadamente grave está en nuestras manos, porque para la rabia afortunadamente sí hay vacuna que garantice la inmunidad del rebaño, que se produce cuando un número suficiente de individuos (en el caso de la rabia hablamos de perros, hurones y gatos) están protegidos frente a una infección y actúan como cortafuegos, impidiendo que dicha infección alcance a los que pudieran no estar protegidos, en este caso las personas o animales no vacunados”.

La rabia, cuyo Día Mundial se celebra cada 28 de septiembre, se transmite con una mordida, un rasguño o arañazo o a través del contacto directo con la saliva o los tejidos del sistema nervioso de un animal infectado. “Cuando viajemos a determinados países con rabia endémica —África y Asia son los continentes con más alto riesgo de mortalidad humana— hay que extremar las precauciones.

Además de no tocar animales, porque pueden aparentar estar sanos y sin embargo sufrir la enfermedad, sobre todo y bajo ningún concepto se deben introducir en España animales procedentes de esos países sin el adecuado control sanitario ni contribuir al tráfico ilegal de especies”.

En un mundo comercialmente globalizado, con barcos que traen y llevan mercancías entre países muy lejanos, debemos extremar también las precauciones en el transporte. "Todos los mamíferos pueden sufrir la rabia, incluidos ratas y ratones. El control de estas plagas está en manos de las administraciones, pero en manos de cada uno de los ciudadanos que comparten su día a día con un animal de compañía y en la de los refugios y protectoras que cuidan de los animales abandonados está la base del control de esta enfermedad. Una vacunación anual y una adecuada identificación es la mejor salvaguarda de la salud pública que podemos tener".

“Ahora estamos muy preocupados, y con razón por el Covid-19, una zoonosis emergente que, como pasó en su día y sigue pasando ahora con la rabia, pasó de un animal al ser humano. Pero para la rabia sí hay vacuna y, por lo tanto, solución. Y esta solución es tan sencilla como un pequeño pinchazo inocuo e indoloro, una vez al año, a nuestro mejor amigo. Protegiéndolos a ellos, nos protegemos todos”.