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jueves, 18 de abril de 2024 23:06h.

Serra atribuye la diferencia de casos de coronavirus entre Tenerife y Gran Canaria al carnaval santacrucero

¿Se han preguntado por qué la pandemia de coronavirus se ha propagado mucho más en Tenerife que en Gran Canaria a pesar de ser islas muy similares en población, afluencia de turistas y actividad económica? ¿O por qué hay mayor cantidad de contagios y fallecimientos en la capital tinerfeña que, por ejemplo, en la zona turística del Sur de la Isla? El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública Lluis Serra, baraja la hipótesis de que esa diferencia entre islas puede responder a los carnavales y a los viajes de la Tercera Edad.

Como ha avanzado en primicia Planeta Canario, Serra ha apuntado este domingo 26 de abril en su muro de Facebook a que esas diferencias de la incidencia y mortalidad del coronavirus entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife (el este especialista no alude a las islas en sí, sino a sus capitales) «no son excesivamente importantes, pero obedecen muy probablemente a dos aspectos»: la celebración del Carnaval y los casos en residencias de mayores.

Serra, que es portavoz del comité médico asesor del Gobierno regional sobre la emergencia del coronovarius, ha recordado que el Carnaval «se suspendió en la capital grancanaria por culpa de la calima", al igual que en Maspalomas, "pero se celebró en la capital tinerfeña, menos afectada por esta inclemencia meteorológica».

El polvo en suspensión (además de otras sustancias nocivas) llegó entonces a concentraciones que multiplicaban por 20 el nivel máximo considerado recomendable para proteger la salud, y la tormenta de arena afectó de forma importante a las islas los días 21, 22 y 23 de febrero. De hecho, ese episodio de calima severa fue de los más fuertes registrados en las islas en las últimas décadas, y se llegó a recomendar a la población que se quedara en casa, sin salir a la calle por la mala calidad del aire. 

Debido a esa intensa calima y a la previsión de viento fuerte, en Santa Cruz de Tenerife se llegó a suspender el carnaval la primera noche. Pero el Ayuntamiento chicharrero decidió reanudarlo el sábado del Carnaval de Día en medio de una fuerte polémica por contravenir distintas recomendaciones de salud pública y seguridad ciudadana: por un lado se había recomendado a la población que no saliera a la calle debido a la alta toxicidad del aire que estaba provocando la calima y, además, se había recomendado no salir de casa debido al temporal de viento que azotaba al Archipiélago.

Pero, además, mientras se producían desprendimientos y caían árboles por distintos puntos de la isla debido al viento, en el Norte de Tenerife se produjo una ola de incendios que acapararon a la casi totalidad de efectivos de extinción de incendios disponibles (incluidos los que estaban cubriendo el carnaval santacrucero, que llegó a quedarse sin bomberos).

Mientras todo eso ocurría, miles de personas bailaban disfrazadas a ritmo de carnaval en la capital tinerfeña.

 

La situación fue tan extrema, que el Cabildo tinerfeño terminó activando el plan de emergencias insular (fue criticada su tardanza en hacerlo).

En aquel momento el coronavirus ya estaba causando estragos fuera de nuestras fronteras. Aquel sábado de carnaval (22 de febrero) se había diagnosticado en Canarias un solo caso (el de La Gomera). Dos días después, el 24 de febrero, ya había cinco positivos, al día siguiente, seis, y una semana después, siete. El 2 de marzo ya se habían confirmado ocho contagios y el día 7, ya íbamos por 18 casos.

Así, la teoría de Serra podría explicar por qué el virus se propagó desde distintos frentes y por qué ha costado tanto identificar el foco de propagación (varios epidemiólogos han admitido que estaban desconcertados en ese sentido y que aunque barajaban varias hipótesis, ninguna es concluyente a la hora de explicar la diferencia entre las islas capitalinas del Archipiélago). Además, por el puesto que ocupa como asesor del Gobierno canario, es fácil suponer que varias personas contagiadas habrían admitido su asistencia al Carnaval.

Lluis Serra, portavoz del consejo científico que asesora al Gobierno canario sobre el coronavirus.

Viajes de la tercera edad

Sin embargo, Serra estima que a un posible segundo factor perjudicial para Tenerife en lo que respecta a la pandemia. En Tenerife, el COVID-19 ha afectado a distintas residencias sociosanitarias de mayores, mientras que esto no ha ocurrido en Gran Canaria». Y en este sentido señala que «no hay que descartar tampoco los viajes del INSERSO en febrero-marzo».