Agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Patrulla Fiscal y de Frontera de la Compañía de Playa de las Américas, mientras se encontraban prestando servicio en el Puerto de Los Cristianos (Arona) en relación con el cumplimiento de las restricciones establecidas en el Real Decreto de Estado de Alarma, más concretamente realizando el control de los pasajeros en cuanto a los desplazamientos que operan entre las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, fueron alertados por el Piloto del barco con funciones de Practico con base en el citado puerto, que acababa de recibir un código emergencia a través de las transmisiones. 

La comunicación de emergencia se trataba de una persona que había caído al agua desde su embarcación, un catamarán, a unas 2 millas de la costa. Tras ello, los agentes se entrevistaron de inmediato con la autoridad portuaria para coordinar con éstos las labores de rescate, finalmente se decidió junto con el citado Piloto, el jefe de la Autoridad Portuaria y uno de los agentes de la Guardia Civil, realizar el auxilio con la embarcación del Piloto que había avisado, ya que era la que se encontraba más próxima y disponible en ese momento.

Rescate

Iniciado el rumbo para el rescate, a unas dos millas de la costa, se localiza una embarcación que en la primera visualización parece que está sin tripulación alguna, observando de inmeditao a una persona agarrada en la popa del casco de la embarcación. El rescatado, un varón de 42 años de edad, manifiesta que no puede aguantar más, que se encuentra mal, por lo que inmediatamente y no sin grandes dificultades, ya que el rescatado tiene un peso elevado, se encuentra sin fuerzas y con un calambre en la pierna, consiguen sacarlo del agua a pulso, uniendo las fuerzas de los tres rescatadores (piloto, jefe de la Autoridad Portuaria y agente de la Guardia Civil),  y subirlo a bordo.  

De regreso al Puerto, cuando la víctima se empieza a encontrar mejor, les comunica que debido a un golpe de mar, cayó de la embarcación y que al intentar subir de nuevo al catamarán sufrió un calambre en la pierna izquierda, lo que le imposibilitaba hacerlo. Que cuando vio que le era imposible por sí sólo subir, realizó la llamada de auxilio desde la emisora que llevaba en el chaleco salvavidas. Que estuvo en el agua unos 25 minutos aproximadamente, siendo golpeado constantemente por las olas contra el casco, es por ello que a la llegada de los rescatadores se encontraba exhausto y preveía que ya no iba a aguantar mucho más en esa situación.