DESMAÑADOS TORPEMENTE
Vivimos acelerados en todos los aspectos o circunstancias ordinarias, parece que no tenemos tiempo para nada, aunque estemos todo el día ocupados. El mundo digitalizado, que ha impuesto la inmediatez, hace que estemos en una verdadera vorágine de apresuramiento que angustia, creando demasiada ansiedad y poca reflexión. No hay momentos para pensar relajadamente, conversar tranquilos o simplemente, pararse un instante para respirar hondamente. Podríamos llamar a esta situación como la “sociedad supersónica”, es decir, que supera la velocidad del sonido.