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jueves, 28 de marzo de 2024 01:27h.

9 de Mayo de 2020. Celebración del 70º Aniversario del Día de Europa

El 9 de mayo de 1950, la aclamada declaración de Robert Schumann sentó las bases para la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). Cinco años después de finalizar la II Guerra Mundial, los gobiernos europeos pretendían evitar otra terrible contienda mundial en el continente; y también que, a través de la producción común de carbón y acero, una nueva guerra entre Francia y Alemania fuese «no sólo impensable, sino materialmente imposible», como señalaba Schumann. Setenta años después, esa fecha memorable sigue siendo el hito histórico que marca el aniversario de nuestra Unión Europea.

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9 de Mayo de 2020. Celebración del 70º Aniversario del Día de Europa

Sin duda, el proyecto de integración europea ha sido clave para la construcción de la paz y la seguridad en el continente, pero también para la consolidación de un mercado económico sin parangón en el resto del mundo. Por ello, tanto en Bruselas como en el resto de capitales europeas, esta conmemoración se celebra habitualmente con actos institucionales que recuerdan nuestros orígenes como Unión Europea y, al mismo tiempo, que aún nos queda mucho camino que recorrer juntos.  

Sin embargo, en este 2020 —cuando el Día de Europa cumple su 70 Aniversario— el mundo entero se encuentra inmerso en una terrible pandemia originada por el virus COVID-19: «la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial», como ha señalado el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres. Por ello, tan solo habrá actos simbólicos para rememorar un día tan señalado; pero hoy –más que en cualquier tiempo precedente– es oportuno valorar, en su justa medida, la reacción de la Unión Europea frente a esta emergencia pandémica ante la creciente preocupación de todos los europeos por los efectos que ha provocado.

Según datos del último eurobarómetro, la COVID-19 se consolida como la principal preocupación de los ciudadanos europeos (61%), seguido del desempleo, la sanidad, la pobreza,  la desigualdad social y la corrupción política y económica. En España, uno de los países más afectados por la pandemia, la preocupación social es aún mayor que la media europea, alcanzando un 68%. Pero este desasosiego social —en especial en los Estados miembros más afectados por la crisis sanitaria— parece no haber encontrado en la Unión Europea la reacción solidaria que se esperaba. La falta de acuerdos entre los Estados miembros en la adopción de determinadas medidas es reflejo de la propia identidad de la organización, pues la dualidad intergubernamental-comunitaria dificulta en ocasiones llegar a posiciones comunes, debido especialmente a las diferentes aproximaciones de los 27 Estados miembros.

Sin embargo, y profundizando algo más en la implicación de la Unión Europea en esta crisis pandémica que repercute, de forma directa, en todos los ámbitos de nuestra seguridad nacional, se puede constatar que está siendo un actor clave en su resolución. En este ámbito, las iniciativas solidarias de la Unión Europea son indispensables para ayudar a los Estados miembros a salir de la crisis sanitaria, económica y social, minimizando sus graves consecuencias.

Entre las distintas medidas adoptadas conviene subrayar la activación del mecanismo europeo de protección civil, para financiar la repatriación de europeos a sus respectivos países. Además, se han acordado acciones para garantizar el suministro de material médico y de protección, como la creación de la “Reserva Estratégica de Rescate”. También, la Unión Europea está facilitando ayuda a la investigación científica para desarrollar una vacuna contra la COVID-19. Y, por último, se ha centrado en distintas actuaciones de carácter económico y fiscal en apoyo a los trabajadores, las empresas y los propios Estados miembros, con especial mención a la activación del Mecanismo Europeo de Estabilidad, que proporcionará líneas de liquidez para los Estados miembros.  

Tras este somero repaso a las iniciativas más importantes, cabe subrayar que la reacción de la Unión Europea para hacer frente de forma conjunta a la crisis pandémica no tiene precedente alguno. Desde un punto de vista sanitario, estas acciones son clave en la respuesta a la pandemia; pero, además, todas ellas resultarán críticas para ayudar a salir de la profunda crisis económica y social que, desgraciadamente, dejará el rastro del coronavirus.