Al acto, celebrado en la sede regional del Partido Socialista en Las Palmas de Gran Canaria, también asistió Elena Saiz,  responsable de Inmigración en la Ejecutiva regional, y el secretario de Política de Refugiados de la Ejecutiva Federal, Luc André Diouf, quien se encargó de detallar las distintas acciones dirigidas a la población inmigrante que ha venido desarrollando el Gobierno central desde la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia,  medidas tan importantes como la recuperación de la sanidad universal o el incremento de los fondos destinados a ONGs.

Para Angel Víctor Torres, la inmigración en ningún caso debe ser entendida como un problema, sino como "una realidad que demanda respuestas responsables y solidarias", tal y como siempre ha hecho el Partido Socialista, tanto cuando ha estado en el gobierno como en la oposición, apuntó.  Además, "Canarias es una tierra que sabe de emigración y de inmigración y, por tanto, aquí no caben propuestas como las que hemos escuchado últimamente, donde han primado las denuncias y los ataques". 

El líder socialista se comprometió a que, si en las elecciones del próximo 26 de mayo los ciudadanos  le dan su confianza mayoritaria en las urnas, una de sus apuestas estratégicas será la defensa de los derechos de todas las personas residentes en Canarias, y de forma especial, de aquellas más vulnerables y que más lo necesitan, como en muchos casos ocurre con la población inmigrante. Para Torres, este es un asunto que debe ser abordado siempre desde la colaboración y el diálogo institucional, sumando esfuerzos y solidaridad "como hicimos algunos en el pasado".

Recordó su etapa como alcalde del municipio de Arucas, cuando le tocó vivir este fenómeno en primera línea y "abrimos las puertas de espacios públicos municipales para poder gestionar en las mejores condiciones el acogimiento de los menores inmigrantes". Frente a este comportamiento basado en los principios de "generosidad, solidaridad y bondad", el líder de los socialistas canarios lamentó que haya "otros representantes políticos" que se posicionen en el extremo contrario, como es el caso de la ultraderecha y otros movimientos populistas, que prefieren hablar de cerrar de fronteras, de expulsiones en caliente o de negar derechos consolidados. "Los socialistas estamos en las antípodas de todo eso", dijo.