');
Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 14:21h.

EL PLANTE TURÍSTICO DE JOHNSON

El que ha potenciado a que no venga el turismo Británico a España es sin dudarlo su primer Ministro Boris Johnson (pelo panocha), que le ha venido esta pandemia de perillas con ese ir y venir, con sus cuarentenas rebuscadas. De esta forma se han encontrado las playas británicas estando hasta la bandera de gente, con la máxima ocupación, y esto les ha hecho ver a los ingleses que la Gran Bretaña que también tiene sus encantos en el verano de sol y playa para ponerse como las gambas. España hoy, en esta situación para ellos queda como un tópico de vacaciones y encima les enseña Johnson a los británicos el ahorro más comedido en sus vacaciones, ya que lo que buscan en España (de momento) lo tienen en su País.

La debacle económica que estamos sufriendo con el turismo, y lo que nos vaticinan que vamos a pasar, va a ser historia, y en parte como hemos apuntado es el Reino Unido el que nos apuntilla y más por esa cuarentena impuesta para los viajeros que provengan de España.

Todo parece pensado al milímetro ante todo para la economía, con tal de fortalecer su turismo nacional, y que vean los demás que ellos también tienen su verano, aunque para algunos analistas políticos el punto de todo esto podría estar en Gibraltar. Pero para desgracia nuestra, ya que para tantas cosas vamos de "Quijotes" de Europa, este "repingo" que ha hecho el Reino Unido lo han copiado para nuestra desventura, Holanda, Francia, Alemania Austria, Bélgica, Noruega, y así muchos de nuestros socios de la UE, que han tomado medidas iguales o similares a los ingleses contra el turismo de España. Fuerte varapalo para nuestra Nación. Ha fallado algo muy grande en España en la lucha que se ha tenido contra el COVID-19.

Esto no funciona de ninguna manera ni sentido, ni económicamente, ni políticamente, y diplomáticamente tampoco. En este País de sabios todos quieren actuar de Pilatos, se quieren lavar las manos de los problemas que sea dicho de paso, nos "están devorando". Hemos pasado de decir en el mes de marzo "que España no tenía ningún problema con el coronavirus, y días después recluir a todo el País en sus casas, y a la semana siguiente obligar por ley a estar enclaustrada la población casi tres meses.

Pasamos del mando único (un acierto) a fracturarlo en dieciséis puntos de decisión (un error). El resultado ya lo estamos viendo con esta etapa de contaminación que nos ha hecho quemar nuestro turismo, de momento con la economía adiós, engordaran los problemas sociales que vendrán a espuertas. Los puntos calientes de turismo se los han cargado, a los empresarios hoteleros y promotores del turismo de Canarias que tendrán que trabajar muy duro para volver a conseguir de nuevo nuestra marca y mercado.

El devenir ha sido caótico al dejar que cada Autonomía decidiera con esta pandemia. Este es un Gobierno Frankenstein, hecho de retales, está desmembrado en sus criterios, y autoridad no tiene, y menos decisión tiene que una monja en el Klemlin. ¿Cómo se resolverán los ERTE, la economía, las inversiones, el paro, el turismo?. El sistema que se implantó en lo social para resolver los problemas pidiendo antes cita por teléfono, es un verdadero timo de tiempo y dinero que nos cuesta el teléfono, esto ¡¡NO FUNCIONA!!.

Vivimos en una perenne zozobra por este Gobierno, y ahora nos hace estar a la población en una incertidumbre, y temor al futuro inmediato, pero lo que nadie quiere es que el pueblo llegue a tener miedo.

Salvador Barnés