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jueves, 28 de marzo de 2024 15:39h.

CUANDO LA META ES IMPORTANTE, LOS OBSTÁCULOS SE VUELVEN PEQUEÑOS

La construcción es básica para el desarrollo sostenible de Canarias, cuantitativa o cualitativa, directa e indirecta, en la economía, en el empleo, así como también, por su aporte a redes de comunicación, infraestructuras, equipamientos sociales. También para disfrutar de calidad de vida, cohesión territorial y social, sirviendo además para mejorar la competitividad del tejido productivo. Por su propia naturaleza, es una actividad en la cual intervienen numerosos agentes, traduciéndose en un alto volumen de actividad, empleo directo e indirecto. Por cada ocupación que crea la construcción, se generan tres empleos en otros sectores económicos. Es la locomotora del tren de la economía canaria.

 

La eficiencia energética, la accesibilidad, la digitalización, el despliegue o mejora de las infraestructuras industriales, aeroportuarias, de transporte y ambientales; la necesidad de superar los déficits existentes en equipamientos sociales, así como las obras privadas o públicas en rehabilitación, reforma, conservación, mantenimiento y regeneración, serán los ejes primordiales sobre los que trabajará la construcción en los próximos años. 

Se prevé un repunte significativo de la inversión como consecuencia del Convenio de Carreteras, que facilita la financiación necesaria para ejecutar aquellas obras que significarán una puesta positiva para la movilidad viaria. Todo ello pendiente de la capacidad de gestión que puedan desarrollar las administraciones públicas. No vaya a pasar lo que dijo el emprendedor Anxo Pérez: “no anuncies. Haz. No cuentes diez cosas que vayas a hacer. Cuenta una que ya has hecho”. 

Nuestra existencia archipielágica, isleña, en medio del Atlántico, conforma un territorio peculiar, con unas características específicas de identidad.  Nuestra realidad física hace de las Islas Canarias una plataforma tricontinental, sirviendo como punto de encuentro, paso o de logística. Por su situación geográfica, tiene el derecho y la necesidad de contar con unas infraestructuras, tanto dirigidas al exterior como para el consumo interno, que sean modernas, sostenibles, eficientes; especialmente en las instalaciones aeroportuarias o de comunicación terrestre. 

El futuro se consolida potenciando el presente, la base estructural son las infraestructuras como un factor primordial para el desarrollo de un territorio determinado, de la actividad económica y como consecuencia, para la creación de empleo. Todas las regiones que en la actualidad gozan de un alto nivel de desarrollo o de una economía moderna, disponen de una eficiente dotación en infraestructuras que repercute en el incremento de la productividad, favoreciendo un efecto arrastre sobre todos los sectores económicos, dando mayor capacidad expansiva y productividad a todo el sistema económico-social.  

Tenerife merece respeto y los tinerfeños debemos tener la serenidad, pero, además, el coraje de apostar por nuestros puertos, aeropuertos, equipamientos y carreteras; nuestra realidad física nos exige contar con unas infraestructuras que posibiliten la entrada y salida de personas o mercancías, así como la movilidad viaria, con todas las garantías, sin posibilidad de bloqueo o saturación, como está sucediendo actualmente.

En los últimos años se ha producido un fuerte deterioro de la calidad de nuestras carreteras, con crecientes problemas de cogestión principalmente en la TF-1 y TF-5, sencillamente nuestra sociedad no lo puede soportar más tiempo, porque quedará estrangulada y en manos del destino o del azar, siendo en ese caso, el fracaso de los responsables públicos. Porque todo lo que merece ser hecho, merece también ser bien hecho.

* Oscar Izquierdo

Presidente de FEPECO