');
Buscar
miércoles, 24 de abril de 2024 08:42h.

Diez días en el Mayo francés

Cuando se mira atrás sientes con añoranza aquel pasado que prometía tanto, que dábamos por hecho que el sistema estaba a punto de ser renovado para dar entrada a esa juventud poderosa y limpia de pestilencias políticas y con mas ganas que nunca en trabajar (aunque fuera una quimera) nos abate el saber que todo ha quedado en una mercancía caduca y sin raigambre. Pues han pasado ya 50 años, de aquel Mayo del 68 en donde por suerte estuve solo 10 días en ese lugar, pero me fue suficiente para ver en el transcurso de los años que han pasado hasta hoy de lo que se pretendió hacer en esa puesta en escena de algo en lo que hoy todavía estoy esperando ver el resultado de todo ese empuje contra aquel sistema establecido y del que todos abanderan diciendo que eso fue parte de ese Génesis de la gran entrada a la Unión Europea. 

A De Gaulle esto le vino demasiado escalonado, pues ya estaba teniendo diferentes protestas desde el mes de Febrero, pero en Mayo se destapo la caja y con muchas prisas y por no dar mucha mas batida a los sindicatos y comunistas, anuncio unas Elecciones anticipadas para el mes de Junio. Desde la plaza de la Sorbona en el Barrio Latino que es en donde vivíamos, vimos lo que era una brutal carga policial contra una manifestación que era un aglomeracion de ideas y de protestas, ya que las huelgas habían dejado casi en una inutilidad su propósito, pero el Partido Comunista Francés no declino y con sindicatos y obreros arremetió todo el peso de estas protestas que tuvieron lugar bajo una lluvia de adoquines y piedras, frente a gases y bolas.

Ahora en Francia rememoran esos 50 años del llamado "Mayo francés", pero el recuerdo es largo en todo lo que aconteció, en particular se baso lo que hoy es el mundo artístico, ya que en su momento brillaba el "Beatnik y el mundo Hippi", Pero toda esa llama de fuego, poderosa de una esperada nueva vida que ya despuntaba maneras en Europa tuvo su palo destructor, el régimen de De Gaulle  que meses después  dejo toda esas manifestaciones y revueltas en solo unas brasas que solo han sabido moverlas con el tiempo los movimientos intelectuales, los  estudiantes y el mundo artístico. 

La canción de Georges Moustaki es lo poco grande a salvar, y que haya quedado hasta hoy  aquel mundo que como apunto el autor del " El Metec" ( el mal oliente extranjero), casi  ha pasado a ser el himno del inmigrante. Fueron gases y bolillos los que llovieron, pero la creatividad fue mucha y las ganas de efectuar un gran cambio fueron muchos mas, pero la situación en principio parecía divertida, insultos, arengas, silbatos, sirenas, sin metro.

Una situación que se volvía caótica por momentos, ya que lo que empezó como un gran conjunto, se vio pronto que fue un ensayo de fuerzas no receptivas ya por nadie. Estruendosamente  los comunistas abandonaron a los estudiantes y a estos se les unieron los obreros, toda un melé de ideas políticas y sociales que han quedado para todos en unas "cenizas nostálgicas"    

Salvador Barnes