El monumental escándalo que ha ocasionado el emérito Rey Juan Carlos I, es de armas tomar, y de una nula consideración de lo que tanto el Monarca defendía con su teatro diciendo ¡¡Viva España! No, así no señor, disteis mal ejemplo y eso es lo que ve el pueblo. En nuestra Carta Magna se dictó un artículo el 56,3 en el que se regúla la inviolabilidad del Rey. Por eso aunque no estemos en la misma onda de aceptación de este escándalo, si aceptamos la línea que se pueda hacer para darnos a todos los españoles esa ejemplaridad  que todos queremos ver y luchamos por tener una democracia uniforme, para todos igual, no con globos sonda en la cual vemos que se otorga la ley del embudo como conducta a seguir.


Este affaire de la Corona debe de traer sin trampa ni cartón la disolución de las Cortes, y presentar la convocatoria a Elecciones Generales. Es preciso una reforma estudiada de nuestra Constitución después de este desasosiego que se tiene con la Monarquía,
Sánchez no acaba de verlo, pero es comprensible, no quiere jugarse ni arriesgar su puesto que lo puede tener fijo durante cuatro años. Pero para tratar de paliar este agravio de la Corona, y saber si el pueblo español está con la Monarquía, tendrá que buscar un referéndum, y como ya hemos apuntado convocar unas elecciones generales para modificar y limitar los fueros del Rey.

Las noticias sobre este escándalo son del máximo criterio internacional, y más en donde nos preocupa en Europa por lo inquietantes que son. En España podemos aceptar que alguien nos trate de "tontos", pero lo que no aceptamos es vernos en el espejo y ver que si lo somos.

Con estas " golfadas" de semejante calibre el ciudadano no traga, por mucho que una parte de la sociedad española lo de como que es "una canita al aire del Rey". Solo ya por historia y a ella acudimos, los españoles hemos tenido una peor suerte con nuestro Reyes, en una gran mayoría a Monarcas que nunca amaron a su pueblo (demostrado). Reinaron solo para sus guerras, para sus cortes, para sus favoritas y sus bastardos, para engrosar sus abultadas riquezas fruto de la rapiña hecha al pueblo, dejando miserias, hambre y una infecta Inquisición, amen de la Justicia tirana del Rey, que acababan en hambrunas para el pueblo. Pues así y todo hemos sido fieles siervos de las coronas más infectas del Mundo. Y cuando asomó alguien que daba la talla, buscando una incipiente democracia ante el Rey, este les corto las cabezas a los Comuneros de Castilla.

La pregunta es sencilla y parvularia "o dentro o fuera" pero la decisión habrá que tomarla ya bajo ese manto de legitimidad que nos da nuestra Constitución.

"Muchos políticos prefieren y aceptan decir que son ineptos porque vuelven a estar en las urnas, si aceptan que son ladrones, son nuevos tiempos y acabaran delante de un juez".

Salvador Barnés