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viernes, 29 de marzo de 2024 00:49h.

Una política de "OPERETA"

Si algo se ha quedado en las meninges de los políticos españoles que siguen bajo mínimos, es sin duda el haber visto esa toma tormentosa y rápida de una pretendida seriedad, y diríamos más al considerarlo expectante ya que la parroquia española creía en su momento que la estrella de este "vodevil" político sería Pedro Sánchez  nuestro flamante Presidente, al ser la estrella del reparto del poder "monclovita" en una puesta en escena rápida a consecuencia de una moción de censura perpetuada contra el Gobierno del PP derrocándolo ipso facto, no percatándose que le está comiendo el terreno la sombra de Iglesias

Pero como siempre pasa, siempre hay una segunda parte que en este caso y a fuerza de ser lo que en español rampante y directo se dice de alguien que es perseverante como "una mosca cojonera", en esta escena entró por su soñado derecho a lo mago Merlín y saliendo de una chistera comida de color por el tiempo, a un comunista-progresista-podemista, oportunista y mil istas más, al cesar  del 15M, Pablo Iglesias al ocupar las cotas mas importantes del momento político de este Gobierno de confuso color. Va a ser algo complicado apear a Iglesias, por el motivo de que ha sabido estar estoicamente aguantando carretas y carretones, desprecios, burlas y el poco favor del ciudadano que le tiene a este personaje, que solo es factible de encontrarse en una Nación como esta.

Pero todo vale en esta tienda del "todo a cien" que es España, cambian tuertos por ciegos, abrén el quicio de las puertas solo para ver las sombras de las ruinas que el tiempo en España ya ha dejado, y que los españoles ya no quieren comulgar con eso, ni el comunismo con todo lo que trajo para España, y que se resiste a desaparecer cuando en Europa hablar de eso es maldecir a la gente, o ese fascismo camuflado con trajes de Armani. 

Para acabar el articulo comentar la burda escena de alguien que debería de estar en la Galería de lo que la historia le enmarque, y no querer volver a enmarañar el momento. El señor Aznar que quiere como el Cid volver a ganar la batalla, y Casado se quedó ante él como un niño ante un Rey Mago, o sea todo una fantasía animada del PP actual.

Salvador Barnes