Si algo nos ha enseñado a todos la pandemia que padecemos es que en la salud no hay departamentos estancos. Animales domésticos, animales salvajes, los seres humanos y nuestras intervenciones sobre el medio ambiente están interactuando constantemente con consecuencias para la salud tanto de los animales como de las personas. Si a ello unimos la velocidad con la que nos comunicamos personas y mercancías, comprenderemos que la salud debe entenderse y abordarse desde un punto de vista global, lo cual implica tener en cuenta todos los factores y todos los actores en conjunto.