El futuro no va a ser tan malo
Parece que los tiempos futuros no van a ser tan malos como imaginamos, ni sucederán los apocalipsis climáticos, ni nos arruinarán las sucesivas crisis económicos que provoque el neocapitalismo liberal, ni los robots nos quitarán el trabajo, ni se complicará el paro ni se vaciará la hucha de la Seguridad Social, ni peligran las pensiones, ni las españolas dejarán de tener descendencia, ni nos visitarán cientos de cayucos como hasta ahora sucede. Según los últimos informes, los jóvenes del archipiélago contemplan su futuro con buenos ojos y repiten como los más optimistas entre todos los jóvenes del país. Menos mal, porque Canarias suele estar en cabeza de índices poco recomendables como el porcentaje de divorcios, el número de alumnos que abandonan los estudios antes de tiempo, el índice de pobreza infantil y un largo etcétera. Al contrario: nuestros jóvenes, la generación mejor preparada de la historia, se siente optimista y no comparte la desmoralización del resto. Menos mal que algo bueno nos iba a tocar en este mundillo de sondeos, estadísticas, perspectivas, análisis macroeconómicos, etcétera.