El colchón triste, solo y abandonado
Hace muchos años un grupo de personas se juntaron, vaya usted a saber en qué parte del mundo y con rollos de acero hicieron unos muelles o amortiguadores y otras personas cogieron espumas y telas y las cortaron en forma rectangular, para fabricar colchones. Fabricaron miles y miles de colchones para venderlos en las miles de tiendas que tenemos en el planeta, unos colchones donde miles y miles de personas descansan o simplemente se tumban relajadamente para leer, para hacer el amor, para recuperarse de cualquier enfermedad, para morir, para dormir con bonitos sueños o pesadillas o por otras infinitas razones.