Más de 1.700 migrantes que han llegado en los últimos días a la isla de Gran Canaria en embarcaciones irregulares, malviven hacinados en el puerto de Arguineguín. El flujo de pateras a las islas está en cotas nunca vistas desde la conocida como la crisis de los cayucos en 2006. Y de momento no se plantea enviar a los inmigrantes a la península, ya se habla de la nueva Lampedusa del atlántico.
Agencia/Noticia