La Laguna pretende recuperar el humedal que le dio su nombre
La empresa pública Gestur Canarias ha iniciado este lunes los sondeos para elaborar un estudio hidrogeológico destinado a la recuperación del antiguo humedal que dio nombre a la ciudad de La Laguna.
Este proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de La Laguna, a través de la empresa mixta Teidagua, y el Gobierno de Canarias, pretende la renaturalización de una parcela libre de casi 30.000 metros cuadrados, ubicada entre las calles Silverio Alonso, Tabares Bartlet, José Peraza de Ayala y la Avenida San Diego.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y el consejero delegado de Gestur Canarias, Agoney Piñero, han asistido al comienzo de unos trabajos que permitirán determinar la morfología del terreno y extraer los datos preliminares necesarios para llevar a cabo el estudio técnico. Durante esta semana se realizarán tres sondeos similares en distintos puntos, utilizando maquinaria con capacidad para perforar hasta 10 metros de profundidad y extraer el material depositado, lo que ayudará a definir con precisión las características del subsuelo.
“Estos son los primeros pasos de un proyecto decisivo para el futuro de La Laguna”, ha celebrado el alcalde de La Laguna, recordando que la recuperación del antiguo humedal tiene una triple vertiente como “pulmón verde de la ciudad” por su carácter medioambiental, por un lado; por las posibilidades que ofrece para el “desarrollo urbano de todo este entorno y de crecimiento de la ciudad hacia el norte”; y sobre todo, “como infraestructura hidráulica que permitirá afrontar un riesgo de inundaciones cada vez mayor debido al cambio climático”, indicó, agradeciendo “el respaldo del resto de las administraciones implicadas para que este parque sea una realidad lo antes posible”.
Agoney Piñero destacó, por su parte, el “carácter único de este proyecto que recuperará la histórica laguna” y pone en valor la confianza depositada por el Ayuntamiento en esta empresa pública del Gobierno de Canarias para poder llevarlo a cabo con todas las garantías técnicas.
El ingeniero de Gestur Canarias, Manuel Galván, explica que estos sondeos que se llevan a cabo a partir de hoy permitirán conocer “la litografía del terreno, datos necesarios para realizar el estudio del modelo hidrogeológico que nos determinen las cotas del fondo del humedal a la hora de mantener un agua fija durante todo el año, y ver a qué cota tenemos, sobre todo, el basalto para cimentar posibles estructuras, pasarelas o puentes”.
El siguiente paso será la realización del estudio de hidrogeología que ya está a punto de adjudicarse, también por parte de la empresa pública Gestur-Canarias, y que permitirá definir con exactitud el proyecto de recuperación del antiguo humedal de La Laguna, con el que se busca resolver el riesgo de inundaciones que existe en la Vega Lagunera, mediante soluciones basadas en la naturaleza, a la vez que dotar a la ciudad de un nuevo y amplio espacio natural de uso público en el mismo casco.
El estudio hidrogeológico tiene como objetivo analizar la propia viabilidad del parque como parte de un Plan de Infraestructuras Verdes, que aborde la gestión sostenible del drenaje urbano mediante la inundación controlada, un recurso que se enmarca en las medidas naturales de retención de agua establecido por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Para que el antiguo humedal de La Laguna vuelva a ver la luz, se requiere un despliegue técnico de gran precisión: estudios hidrológicos e hidrogeológicos de la zona, cartografía, datos climáticos de precipitación y estimación de la infiltración al acuífero, inventario de puntos de agua (como fuentes, pozos y galerías), y en general, cualquier caudal hídrico como barrancos, zanjas y acequias, manantiales y aliviaderos.
Todos estos antecedentes permitirán actualizar un modelo hidrogeológico conceptual de la Vega Lagunera, y así, establecer escenarios predictivos para optimizar el diseño del parque y evaluar su comportamiento en condiciones extremas. Para ello, se simularán diferentes alternativas, como un escenario extremo de altas precipitaciones, un escenario extremo de sequía, o posibles cambios en la posición de los drenajes y en la topografía de base del humedal.