La Laguna
Un mural transforma los soportales de la calle Barcelona en un nuevo atractivo artístico
La calle Barcelona de La Laguna se ha convertido en un auténtico lienzo artístico donde tradición y modernidad dialogan gracias a un nuevo mural creado en colaboración con artistas destacados del movimiento tinerfeño del grafiti y murales urbanos.
La creación artística, que sustituye a una obra deteriorada, combina elementos del grafiti con referencias a esculturas clásicas, creando un contraste que invita a reflexionar sobre la coexistencia de lo moderno y lo histórico.
La edil de Comercio y Turismo, Estefanía Díaz, impulsora de esta iniciativa, explicó que “la obra es el resultado del trabajo conjunto de artistas de diferentes generaciones, uniendo la experiencia de la vieja escuela con la frescura de los jóvenes talentos”. “Esta visión intergeneracional no solo enriquece la calidad artística de la creación, sino que también transmite un mensaje de colaboración y respeto entre diferentes etapas del arte urbano”, indicó.
Díaz acompañó a varios de los artistas durante la realización de los trabajos, junto al concejal de Participación Ciudadana, Fran Hernández, quien, por su parte, resaltó que “el mural no solo mejora este rincón de la ciudad, sino que simboliza el poder del arte urbano para revitalizar espacios y renovar visualmente el entorno”.
El autor de la obra, Erik Air, reconocido artista urbano y experto en grafiti y murales en Canarias, expresó que “este mural aporta una reflexión sobre la influencia de la cultura urbana y su relación en los últimos años con una ciudad como La Laguna”.
El artista describió los elementos principales de su trabajo, “una composición formada por pompas y tags, elementos cotidianos del grafiti, que se extienden por toda la pared creando un patrón de color”. “Aunque se diseñó para que fuera lo más armónico posible, en su ejecución se ha dado rienda suelta a la creatividad e improvisación”, señaló.
Además, incidió en el contraste conceptual entre los estilos que se han representado en el diseño, con esculturas clásicas en escala de grises que, más allá de imponerse, se mezclan con el fondo. “Esto genera una combinación no solo en cuestiones de color, sino también de concepto, conjugando lo moderno y lo clásico”, dijo.
Air también situó la obra en un contexto histórico, “la historia del grafiti en Canarias comienza a finales de los 80 y principios de los 90, cuando la cultura Hip-Hop estadounidense llegó a nuestras islas a través de programas de televisión, cine y música. Uno de esos jóvenes agarró un spray, y ahora, casi 35 años después, podemos ver cómo esta expresión artística ha evolucionado”. “De ese movimiento nacieron los primeros muralistas especializados en spray en Canarias, y algunos de ellos son reconocidos a nivel internacional”, añadió, destacando que los artistas que han realizado esta obra ejemplifican perfectamente este recorrido en el tiempo.
También valoró el trabajo colaborativo detrás del mural, “que ha reunido a distintas generaciones, desde la vieja escuela hasta los más jóvenes. Lo interesante es que en el arte del grafiti los mayores, con su experiencia y madurez, han ayudado a los jóvenes a enfocar su camino de una manera más positiva, alejándolos de conductas destructivas relacionadas tradicionalmente con el grafiti y conectándolos con los auténticos valores de aquella cultura que llegó a Canarias para quedarse, basada en el amor, respeto y orgullo por aportar algo bueno a la comunidad”.
Un homenaje en La Noche en Blanco
Finalmente, aclaró que el mural formó parte de los atractivos de la celebración este pasado sábado, 23 de noviembre, de la Noche en Blanco. “Del 19 al 22 de noviembre, trabajamos intensamente para que la obra estuviera lista para este evento, convirtiéndose en un punto más de atracción en la ciudad”. “Este mural no es solo arte, es historia, cultura y comunidad”, concluyó.