La última quema, en esta ocasión de tres coches, tuvo lugar anoche en el edificio Cristianos 3, muy cerca de la montaña que da cobijo al centro del núcleo turístico aronero por excelencia. También por esa zona, cerca de Correos, al lado de un edificio abandonado, aparecieron varios vehículos calcinados hace dos semanas,  un hecho que ha sido denunciado a lo largo del verano, incluso antes. Y hasta hoy, nadie ha sido capaz de ponerle coto al fuego.

No son pocos los vecinos que han tratado de buscar alguna prueba para dar con el pirómano o pirómanos, ante la falta de acción de la Policía Local, señalan.

Hoy, en las redes sociales, ya advertían de las características de un sospechoso: "Anoche se vio a un varón con algo de barba deambulando por la calle Noruega vestido de negro, con gorra y portando una pipota roja, de las que se usan para portar gasolina". 

Lo curioso de este asunto es que desde el consistorio de Arona nadie haya querido esclarecer ni este sucesos ni otros que se produjeron el pasado fin de semana y que han creado alarma social, entre otras razones porque también se han extendido muchos bulos, lo que se producen cuando la autoridad calla y no da explicaciones.