La situación no ha sido fácil. En ese entonces, Miguel, de la Ferretería Los Pinos, prestaba un tractor y una bandeja para ayudar a recoger los miles de kilos de basura arrojados por algunos irresponsables.

Esta imagen de comunidad unida en la lucha contra la incivilidad resuena aún hoy. A pesar de la ineficacia del servicio de limpieza, que ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de los años, siempre ha habido personas que, impulsadas por la vergüenza y el sentido del deber, han decidido no rendirse y seguir adelante en la búsqueda de un entorno más limpio y habitable.

El pasado 21 de diciembre, un ejército de voluntarios salió a las calles con un objetivo claro: trabajar incansablemente para que antes de junio de 2025, El Fraile esté completamente limpio. Si bien es importante reconocer y valorar el esfuerzo de iniciativas como las de los voluntarios de Ten-Bel, es esencial destacar que la lucha en El Fraile comenzó hace más de dos décadas y continúa gracias al compromiso de la comunidad.

La llamada a la acción no es solo para un grupo específico, sino para todos: la limpieza y el civismo son responsabilidades compartidas que trascienden razas, géneros, políticas y religiones. Es un desafío colectivo que todos debemos asumir, no solo por nuestro bienestar, sino también por el legado que dejamos a las nuevas generaciones.

Así, en esta época festiva, se hace un llamado a la reflexión y a la acción. Sin señalar culpables, se recuerda que la responsabilidad recae sobre cada uno de nosotros. En este sentido, se felicita a todas las personas que, desde diferentes frentes, luchan por un mundo más limpio y manteniendo siempre viva la esperanza de que, con esfuerzo conjunto, se pueden lograr cambios significativos.

¡Felices fiestas a todos!