Historia del Fracaso de los Proyectos Portuarios en Tenerife, Fonsalía-Los Cristianos (l)
La situación en torno al Puerto de Los Cristianos y el Puerto de Fonsalía es un claro ejemplo de cómo la política, la economía y la protección del medio ambiente pueden entrar en conflicto, con resultados desastrosos, más aún cuando los intereses político, económicos y mediáticos prevalecen al interés y bienestar de la sociedad civil.

Desde su aprobación en 2006, el Puerto de Fonsalía fue declarado de "excepcional interés público" por el Gobierno de Canarias, logrando el consenso unánime del Parlamento. Este puerto se concibió como la solución alternativa para el Puerto de Los Cristianos, destinado a facilitar el tránsito y aprovisionamiento de mercancías a las Islas Verdes: La Gomera, La Palma, y El Hierro. La idea era garantizar un crecimiento económico y social viable a las Islas Verdes o Islas Occidentales, y resolver el colapso del puerto de Los Cristianos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la presión y las manifestaciones de grupos ecologistas empezaron a influir significativamente en la toma de decisiones de la clase política. Los políticos, temerosos del voto en el año preelectorales, ajustaron su postura, dejando de lado las consideraciones técnicas y medioambientales que previamente justificaron la ubicación y la ejecución del puerto en Fonsalía, y cambiaron como veletas ante el miedo de perder sus sillones y escaños.
Los Cristianos vs. Fonsalía
El Puerto de Los Cristianos, de carácter provisional, fue ubicado en el litoral de pueblo de Los Cristianos, encajándolo dentro de él, sin dotarlo de las infraestructuras viaria, y anexos independientes para su operatividad, lo que ha generado problemas significativos:
- Problemas de congestión: El puerto actual no puede satisfacer la creciente demanda de tráfico marítimo, sus instalaciones están al límite de su operatividad, sus accesos colapsados.
- Desarrollo turístico y habitacional: La instalación estratégica de un puerto en esta área ha generado conflictos ya que es un uso es totalmente incompatible con la convivencia de los residentes y turistas, lo que afecta diariamente a más de 80,000 personas que viven y trabajan en Los Cristianos.
El proyecto de Fonsalía se diseñó para evitar todas estas incompatibilidades, con un consenso que destacaba su viabilidad por su ubicación, punto más cercano de conexión y tránsito a las Isla Verdes; La Gomera, la Palma, y El Hierro, delimitando las zonas poblacionales de las instalaciones portuarias con la expropiación de varios millones de m2., de suelo para garantizar su funcionalidad en el futuro.
Los movimientos ecologistas, apoyados a veces por información que puede considerarse manipulada, han creado un discurso populista que distorsiona la realidad del impacto ambiental de ambos proyectos. A pesar de ser el proyecto de Fonsalía aprobado por unanimidad del Gobierno de Canarias y respaldado por todas asociaciones profesionales, los políticos han manejado la situación con una falta de liderazgo clara y llevados al temor a perder sus escaños.
El resultado ha sido un despilfarro de recursos públicos, con millones de euros invertidos en sistemas viarios, enlaces, tramitaciones y estudios que podrían haberse evitado si se hubiera seguido con el desarrollo del puerto de Fonsalía, como resultado la sociedad civil sigue soportando la situación de colapso total en el pueblo y en el puerto de Los Cristianos.
A medida que la presión de grupos ecologistas y las dinámicas políticas continúan influyendo en el progreso de proyectos estratégicos, se hace necesario un enfoque más coherente y menos reactivo, manejar una información veraz y clara, y no caer en los interés partidista, los intereses políticos, ni económicos, estos no deben prevalecer sobre el interés general y bienestar de la población..... Continuará.