La situación surge tras una denuncia presentada hace ya algunos años atrás por los propietarios del terreno, que veían como día a día crecía el numero de chabolas en el terreno el cual está catalogado como suelo rústico y, además, designado como reserva de interés turístico. Las autoridades han identificado aproximadamente 80 chabolas que se encuentran dispersas en la parcela.

Las fuentes consultadas por Sol del Sur indican que los chabolistas podrían enfrentarse un proceso de desalojo que se extendería en el tiempo, lo que podría verse agravado por la saturación de los juzgados de Arona. Además, se anticipa que algunos de los afectados recurran a la defensa legal mediante la asistencia de abogados de oficio, lo que podría añadir más demora a la resolución del caso. El Ayuntamiento de Arona no quiere que esa dilación pueda convertir ese paraje natural en otra 'ciudad ilegal' dentro de un municipio con una enorme carencia de viviendas a precios asequibles, tanto para comprar como para alquilar.

Hemos contactado con algunos de los residentes de esas chabolas, muchos de  ellos trabajadores del sector hotelero y nos confiesan que les gustaría irse a una vivienda convencional, pero resaltan que nos les alcanza con lo que ganan para pagar un alquiler, por eso dicen que seguirán en las chabolas hasta que los echen. "Hemos intentado buscar acomodo en pisos de alquiler, pero aparte de que apenas hay libres, nadie nos alquila con nuestras nóminas e incluso nos ponen pegas por ser familia con niños", comenta Javier, uno de los chabolistas que trabaja de camarero en Playa de las Américas y vive con su mujer y dos hijos en una infravivienda.

Vecinos de la zona muestran su preocupación por la presencia de estas personas en el vecindario e instan a las autoridades a solucionar lo que consideran un grave problema de salubridad y convivencia.

Autocaravanas como vivienda habitual

A este chabolismo, desgraciadamente habitual en muchas partes del sur de la isla, pese a las últimas acciones de Cabildo y ayuntamientos para erradicarlo, se suma una práctica más moderna e igualmente ilegal: la autocaravana como vivienda habitual.

El aumento considerable de su población y su reclamo como nicho de empleo ha hecho que hoy en día sea casi imposible encontrar un alquiler residencial en Arona y Adeje, por ejemplo, lo que ha hecho que muchos trabajadores del sector turístico se hayan comprado una autocaravana para convertirla en su vivienda habitual, o incluso alguno hasta pernoctan en sus vehículos privados, en zonas no preparadas para ello, haciendo sus necesidades fisiológicas en zonas verdes de Los Cristianos, de lo cual este periódico ha sido testigo. El sinhogarismo en Arona crece a la misma velocidad que el aumento de su población.