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viernes, 19 de abril de 2024 00:50h.

El presidente accidental, Aurelio Abreu, y la consejera Josefa Mesa visitaron también el Convento de las Monjas Claras, ya restaurado

El Cabildo supervisa la evolución de las obras del Monasterio de Santa Catalina de Siena de La Laguna

El Cabildo supervisa la evolución de las obras de restauración del antiguo noviciado del Monasterio de Santa Catalina de Siena, que se ejecutan actualmente. El presidente accidental del Cabildo, Aurelio Abreu, y la consejera insular de Juventud, Igualdad y Patrimonio Histórico, Josefa Mesa, han visitado recientemente el inmueble para comprobar el desarrollo de los trabajos.

 

Visita Convento Sta Catalina en La laguna/Tony Cuadrado Freelancer
Visita Convento Sta Catalina en La laguna/Tony Cuadrado Freelancer

Según explica la consejera, la inversión prevista en la restauración de esta edificación, declarada Bien de Interés Cultural, “supera el millón de euros, que han sido financiados de manera conjunta por el Cabildo, el Ayuntamiento de La Laguna y el Obispado de Tenerife”.
Los trabajos que se realizan consisten esencialmente en la restauración integral del edificio, en la que se incluyen obras de reparación del pavimento, labores de carpintería, reconstrucción de aleros, limpieza de los elementos de madera y pintura y mejoras en la accesibilidad del edificio, entre otras cuestiones.
Los primeros datos que se poseen sobre el convento de Santa Catalina de Siena, en el que reposan los restos de sor María de Jesús León y Delgado, más conocida como la Siervita de Dios, se remontan a la primera mitad del siglo XVI.
Posteriormente, el presidente accidental y la consejera insular, acompañados por técnicos insulares, se desplazaron al convento de Santa Clara de Asís, que ya fue objeto de obras de restauración por importe de más de 3,8 millones de euros.
Fundado en 1547 por disposición testamentaria de Alonso Fernández de Lugo fue declarado BIC en 1978 y restaurado durante 12 años en diferentes fases con el apoyo económico del Cabildo, el Gobierno de Canarias, el Ministerio de Fomento y la propia comunidad religiosa.
El recinto se distribuye en torno a dos patios principales. La iglesia consta de una sola nave alargada, cubierto por un artesonado mudéjar policromado. En la misma fachada se eleva la torre ajimez, que servía para que las monjas contemplaran las procesiones y la vida urbana de la ciudad a través de unas celosías para no ser vistas. El convento sufrió un incendio en 1697 y, durante muchos años, sufrió un deterioro importante que ha tenido que paliarse posteriormente con un completo proyecto de restauración.