El acto tuvo lugar en el Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen (La Laguna) y en el acto estuvieron presentes el director del Parque Rural de Anaga, Gustavo Domínguez, y la directora del Parque Rural de Teno, Judith Fernández. Los premios consistieron un diverso material divulgativo y bibliográfico sobre los Parques Rurales, junto con una visita guiada en el Parque Rural de Anaga, personalizada para los ganadores y acompañantes, en la fecha que deseen.

José Manuel Solana Guerra, ganador en la categoría de fotografías de Anaga, explicó en su memoria expositiva relativa al objeto de su imagen: “Cuarenta millones de años contemplan sus profundos barrancos, la robustez de sus montañas y sus bosques de laurisilva. Anaga, desde sus playas de arena negra subiendo por los más profundos bosques de laurisilva hasta su elevada cordillera. Respira su aire mágico entre caminos, senderos y caseríos con su mar de nubes. Anaga, el bosque de los sentidos”.

Por su parte, el ganador en la categoría del Parque Rural de Teno, José Manuel Sola Guerra, tenía como título ‘La niebla. Monte del Agua’. Y en su explicación afirmaba que  la imagen “muestra el comienzo de la pista que atraviesa el Monte del Agua, uno de los lugares mágicos de Teno. En días nublados el senderista se adentra en un paisaje único donde la flora, el silencio y la niebla lo atrapan”. Además, “la imagen muestra un banco franqueado por altos árboles arropados por la niebla. Al observar la imagen el espectador tiene la sensación de ser transportado al lugar que está contemplando, notando la percepción del frío y el olor a tierra mojada”. 

La imagen de Juan Oliva González, a la que se le otorgó un accésit en la categoría del Parque Rural de Teno, tiene como título ‘Escultura natural’. Alude a que “prácticamente sin uso hoy en día, los pasiles son testigos mudos de lo que fue la vida en el campo, de la necesidad de aprovechar todos los recursos disponibles y aplicar el ingenio y la sabiduría. Muchos higos se tendieron en estas piedras de basalto, que pacientemente y con la colaboración del sol se iban transformando. Este, situado en Teno, es un balcón privilegiado para observar la gran mole pétrea del Risco Blanco”, culminaba.