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viernes, 19 de abril de 2024 22:50h.

Sabaté defiende que esta regulación debe ser una oportunidad para compatibilizar la protección de la Naturaleza con el desarrollo económico y social sostenible.

Podemos consigue dejar sobre la mesa la aprobación del reglamento de la Reserva de la Biosfera de Anaga “para mejor definición y consenso”

La Comisión plenaria de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Política Territorial del Cabildo de Tenerife ha aceptado la propuesta del Grupo Insular de Podemos de dejar sobre la mesa la aprobación del reglamento orgánico de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga para, una vez alcanzado el hito de esta  declaración, “reflexionar sobre cuál ha de ser el diseño más adecuado para la efectiva implementación de este instrumento”.

 

Colectivos, vecinos y Podemos analizan el reglamento de la reserva de la biosfera de Anaga
Colectivos, vecinos y Podemos analizan el reglamento de la reserva de la biosfera de Anaga

Como explica el portavoz insular de Podemos, Fernando Sabaté, la enmienda presentada el pasado viernes a la totalidad del borrador de reglamento, “es fruto de un proceso de discusión y análisis participativo que hemos llevado a cabo con vecinos de Anaga y con representantes de asociaciones y profesionales caracterizados por la defensa de esta reserva”. 

La propuesta de Podemos es definir mejor la operatividad, diseño y funciones de su consejo general y de sus órganos complementarios, así como acompasar mejor los objetivos de la Reserva de la Biosfera con los del programa Man and Biosphere (MaB) de la Unesco en el que se enmarca”. También plantea  “mejorar la coordinación entre el Parque Rural de Anaga y la propia Reserva de la Biosfera, figuras que en buena medida se superponen” y, además, “propiciar un diseño más acorde con los criterios de Participación Ciudadana que han aprobado desarrollar la Administración canaria y el propio Cabildo de Tenerife”.

Sabaté estima que el reglamento que ha quedado sobre la mesa “constituye un modelo “del siglo pasado”, “clásico, rígido, encorsetado y ya ensayado, por lo cual se conocen sus virtualidades pero también sus notables deficiencias”. E incide en que “esta Reserva de la Biosfera es, o debería ser, una oportunidad para compatibilizar la protección de la Naturaleza con el desarrollo económico y social sostenible”.

En estricta aplicación de la filosofía del programa MaB, señala Sabaté, “la regulación de esta reserva debe situar en un lugar central la armonización de los derechos humanos y sociales de las personas que han vivido y –no se olvide nunca– mantenido hasta el presente muchos valores naturales de ese espacio (a diferencia de lo ocurrido en tantas zonas del territorio, donde tales valores desaparecieron o se deterioraron gravemente), con los de la conservación de la Naturaleza y la preservación de su Biodiversidad”. 

Por ello, estima que es imprescindible que el reglamento contemple actuaciones que contribuyan a conservar y mejorar los notables valores ambientales de este entorno y que, al tiempo, generen puestos de trabajo de acceso preferente a la ciudadanía de Anaga “como forma justa e inteligente de combatir la crisis social de la Comarca, de revertir su actual decadencia económica y de recuperar vínculos materiales y afectivos entre las personas y la conservación de su entorno inmediato”. “Cuando esas actuaciones vuelvan a desarrollarse y se conviertan en habituales, las personas de Anaga empezarán a creer de verdad en la utilidad de una Reserva de la Biosfera”, remarca.

Desde esta filosofía defendida por Podemos, la Reserva de la Biosfera debería funcionar como un factor de complementariedad con los objetivos y funciones del actual Parque Rural, desempeñándose en lo esencial como una Agencia de Desarrollo Económico y Social Sostenible para Anaga. Esto exige afrontar y resolver de una vez una de las mayores deficiencias que han lastrado tanto el proceso de gestación de la RB, como la propia experiencia acumulada de gestión del Parque Rural: la inexistencia de coordinación interadministrativa efectiva y evidenciada en compromisos claros y cuantificables por parte de cada una de las instituciones implicadas.