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domingo, 06 de octubre de 2024 14:16h.

Cada mañana brilla el Sol y siento ganas

Una parte de la canción de Luis Morera de La Palma cuando estaba en el grupo Taburiente dice, "Cada mañana brilla el Sol y siento ganas de vivir" y no es fácil llevar a la práctica el mensaje de esta canción cuando te has comido en La Palma un confinamiento, un volcán, un fuego y una vida personal sin entrar en detalles.

Iglesia Sardina del Sur
Iglesia Sardina del Sur, Gran Canaria

Confieso que voy a la Iglesia cuando me sale de los huevos y esta última vez que entré a la Iglesia, fue en Sardina del Sur, en Gran Canaria, porque tengo la suerte de seguir vivo. Me encantan los sermones de los curas, esa parte de la misa donde el cura nos hace una especie de monólogo con el tema que hayan decidido y también confieso que hay una parte de la misa donde nos precisamos y todavía no he aprendido hacerlo con más de sesenta años que tengo a mis espaldas.

Este día en la Iglesia de Sardina del Sur había unas cincuenta personas y delante de mi madre, mi hermana y yo, estaba mi tía Paquita, una mujer buenísima, muy amiga del nuevo párroco. Las cosas han cambiado y ahora gracias a las tecnologías podemos ver en la pared las letras de las canciones para los que quieran cantar lo tengan más fácil y la verdad que me gustó escuchar a la mayoría de los presentes cantando sin desafinar, mientras una chica tocaba y cantaba con su guitarra.

El sermón del cura este día donde la misa estaba dedicada a cuatro o cinco difuntos, entre ellos mi padre, hablaba de estos tiempos actuales donde muchas parejas todavía se casan, pero con el total convencimiento de que no tendrán hijos y prefieren tener tres perros, pero será porque no ven un futuro halagüeño tal vez.

Este sábado diecinueve de agosto por la mañana he ido al cementerio de Sardina del Sur, en el sur de Gran Canaria, con mi hermana y mi sobrino, para poner flores en la tumba de mi padre, pero también decidí pasear por el interior del cementerio mirando las tumbas. Muchas tumbas tienen las fotos de los difuntos y después toda una vida sin pasear por este cementerio, sumando que vivo en Tenerife desde 1993 comienzo a encontrarme la foto de montón de amigos que no sabía que se fueron para siempre al lugar donde nadie sabe cómo es, ni dónde es, pero es un lugar donde todos nos encontraremos si o si, aunque tú no quieras, aunque seas millonario.

Cada mañana brilla el Sol y siento ganas de vivir. Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.