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viernes, 29 de marzo de 2024 00:49h.

Los noistas paralizan La Palma

Su objetivo es seguir con una isla estancada, subvencionada y funcionarial, en contraposición a la iniciativa privada o empresarial, que crea riqueza social y futuro para las nuevas generaciones.

Oscar Izquierdo FEPECO La Palma 6c52
Oscar Izquierdo presidente de FEPECO en La Palma

Oscar Izquierdo presidente de FEPECO, patronal provincial de la construcción, recuerda que después de los últimos acontecimientos en Tenerife, donde los de siempre, esos noistas empedernidos, escondidos bajo un ecologismo demagógico y propagandístico, que intentan por todos los medios posibles e incluso,  inventándose los imposibles, parar cualquier obra de infraestructura pública o iniciativa empresarial, como es el caso del Puerto de Fonsalía o el desarrollo turístico de Punta Abona en Arico, también están haciendo lo mismo con la Isla de La Palma, ayudados en este caso,  por el desinterés o la indolencia, por parte del aparato administrativo insular, al tramitar los expedientes de los proyectos estratégicos de la isla, tales como la Fuente Santa, el TMT, la Revisión Número 2 del Plan Insular, el antiguo Aeropuerto de Buenavista, las Áreas de actividad económica Insular y las actuaciones e iniciativas turísticas, que conllevan mucha inversión y generación de abundante empleo y en cambio, no encuentran el suficiente apoyo político y burocrático, necesario para salir adelante, a parte del enorme atasco que sufre la Comisión de evaluación ambiental de La Palma, CEALP.
 
Oscar Izquierdo denuncia que, llevan años imposibilitando una aplicación práctica, progresiva y correcta de la Ley de Islas de Verdes, que es un instrumento de indudable valor positivo para el crecimiento económico y desarrollo social de La Palma, poniendo pegas por todos lados, para que no pueda implementarse con toda la potencialidad que tiene y que significaría la definitiva y esperada reactivación económica de la isla, que además, traería el sosiego, junto a la seguridad de un futuro, para las próximas generaciones, que así no tendrían que emigrar o sencillamente quedarse, aspirando a un puesto en la función pública, que es ahora, la única alternativa de los jóvenes para salir adelante.   
 
Los negacionistas se alegran porque “el TMT se queda sin suelo en La Palma”. Recordamos que es la segunda opción, en una parcela situada en las cumbres de Puntagorda, si no se construye en la montaña Mauna Kea, en Hawái. Todo un despropósito, que ha sido respondido rápidamente, por lo menos esta vez sí,  tanto por el Cabildo Insular, como por el Instituto de Astrofísica de Canarias, que presentarán los recursos y apelaciones correspondientes. Una buena noticia, para seguir desenmascarando a los noistas profesionales, conformados por empleados públicos en activo, en excedencia o jubilados, que amparándose, en que ellos tienen bien asegurado su sustento material, gracias a la función pública, no dejan que el resto de los ciudadanos puedan tener un trabajo digno en la isla.  
 
Oscar Izquierdo insiste en que lo que está ocurriendo con los noistas y sus políticas destructivas o negacionistas en La Palma, tiene graves consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad palmera, para su sistema productivo y para la imagen internacional de la isla. La dicotomía conservación/crecimiento, está superada, precisamente con el denominado “desarrollo sostenible, que es una simbiosis, entre la actividad económica y el territorio, que precisamente la Ley de Islas Verdes la propone como sistema a implantar, como se está haciendo ya en La Gomera y El Hierro. Hablar, como hacen estos noistas, de desarrollismo y destrucción de nuestra naturaleza y cultura, es un discurso retrógrado, cuando en la Unión Europea estamos inmersos en la “Agenda Verde”, donde el sector de la construcción asume los retos de la descarbonización, la eficiencia energética, la digitalización, la accesibilidad universal y la economía circular