El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, invitó al pontífice a visitar el archipiélago para conocer la realidad migratoria el pasado mes de enero cuando se reunió con él en el Vaticano. Francisco ya había hablado de la posibilidad de viajar a Argentina durante el segundo trimestre del presente año y Clavijo le sugirió hacer escala en Canarias, aunque entonces se habló de la posibilidad de visitar la isla de La Palma, dañada por la erupción volcánica de Cumbre Vieja.

"Pienso un poco en esto, en ir a Canarias porque allí está la situación con los migrantes que llegan del mar y querría estar cerca de los gobernantes y el pueblo de Canarias", ha remarcado el papa después de ser preguntado por una posible visita a Canarias.

Más de 25.500 migrantes han llegado a Canarias de forma irregular en 2024, un 123% más que en el mismo periodo de 2023, según el último balance del Ministerio del Interior hasta el pasado 31 de agosto. Además, el archipiélago afronta las dificultades de atender a 6.000 menores migrantes solos, lo que excede ampliamente su capacidad de acogida, creando una crisis política entre el gobierno regional y el estatal, además de dejar de manifiesto la insolidaridad del resto de comunidades autónomas, todo lo contrario de lo sucedido con los refugiados ucranianos en toda España.