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lunes, 24 de marzo de 2025 15:37h.

Vecinos de Vallehermoso se quejan porque un gran rebaño de cabras asilvestradas arrasan sus propiedades

El empresario oriundo del caserío de Erquito, el la isla de La Gomera, Carlos Magdalena, expresa su malestar ante lo que está ocurriendo con un rebaño de cabras de un vecino de las zona, que irresponsablemente deja que sus animales campen a sus anchas, y arrasen propiedades ajenas sin que ningún pastor las controle.

 

 


 

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Las cabras sueltas de un particular arrasan la fincas particulares en Vallehermoso, La Gomera

Los vecinos de Erquito, y todos los terrenos circundantes que van desde San Lorenzo, Las Vegas de Allá Afuera, Los Japules, El Drago y otras zonas pertenecientes al municipio de Vallehermoso, están siendo víctimas de un rebaño de cabras, pertenecientes a un particular, pasa arrasando sus fincas como una marabunta.

Se trata de un vecino que al parecer es de "primera clase", y que todos conocemos y que de momento nos vamos a revelar su nombre, propietario de este gran rebaño de cabras, que más que rebaño parece un batallón de mercenarios con sed de sangre y destrucción pertenecientes al ejército de Atila y los Hunos, que según cuenta la leyenda, “por donde pasaba no crecía la hierba”.

El líder del “cruel” batallón deja campar a su ganado libremente a sus anchas sin control alguno. Sin supervisión y dejadas a su suerte, las pobrecitas, perturbadas y alienadas cabras que se encuentran totalmente asalvajadas, destruyendo y comiendo sin compasión todo lo que encuentran a su paso: casas, caminos, huertas, árboles frutales, cercas y otros pequeños animales, incluso se han comido la instalación eléctrica e mi finca,

Lo más indignante de todo es que el propietario de estos infelices animalitos de Dios que cabalgan sin tino, sin orden ni concierto, tiene la concesión de explotación agraria de forma totalmente legal, y además recibe ayudas y todas las subvenciones posibles para cometer este delito, así que es un triple delito apoyado por todas las instituciones implicadas en el asunto, la Consejería del Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y autoridades del Cabildo Gomero, que deberían hacer algo muy urgente y tajante al respecto.

A todo esto se le suma la tristeza, frustración y abandono que sienten amargamente los vecinos que ven cómo su vida, posesiones y bienestar se deterioran con el paso de los días, de los meses y de los años.

Las cabritas de este señor merecen una vida mejor y ser pastoreadas y cuidadas dignamente por personas competentes que cumplan los decretos habilitados por el Gobierno de Canarias para esta actividad. Esta propiedad ganadera obtiene cuantiosas ayudas para alimentar con pasto de calidad a su ganado en las zonas delimitadas para ello. Se desconoce para qué otros fines o “lujos” utiliza el propietario los recursos económicos que recibe, pero los vecinos intuyen que es para todo menos para alimentar a los destructores animalitos.

“Cuando se junta el hambre con las ganas de comer, estas son las cositas que ocurren en La Gomera”. Esperemos que tengan la grandeza de resolver esta peliaguda situación que perjudica a tantos vecinos gomeros.