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jueves, 28 de marzo de 2024 19:10h.

AIMCA señala que el Gobierno de Canarias confía en que la vacunación facilite desde agosto la reactivación del sector cultural

“El ritmo de vacunación nos permite tener un horizonte esperanzador para la recuperación del sector de la cultura. Mientras, debemos buscar fórmulas que permitan mantener la actividad de manera segura”, señaló el viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez, a una delegación de la Asociación de la Industria Musical de Canarias [AIMCA], compuesta por su presidente, Jairo Núñez, y su secretario, Martín Rivero.
 

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Representantes de AIMCA, Jairo Núñez y Martín Rivero, se reúnen con el viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez

 

Ambos solicitaron audiencia, en nombre de AIMCA [una de las asociaciones más representativas del sector cultural, con más de 70 empresas inscritas de toda Canarias], con el fin de transmitir al citado viceconsejero la “situación desesperante del tejido empresarial de la música que no termina de vislumbrar la llegada del retorno a la normalidad y a unos aforos que permitan reactivar, de nuevo, la economía de la música y la cultura, detectándose un mayor agravamiento coyuntural en Tenerife al dispararse las cifras de contagio de la cepa delta del coronavirus”, manifestó, al término del encuentro, el presidente de AIMCA.

Núñez Díaz, informa, que en el diálogo con Márquez Fandiño, se planteó, por su parte, la hipótesis de que en agosto, como consecuencia del intenso plan de vacunación que se está desarrollando, las cifras de los contagios podrían descender y, en ese caso, sería el momento oportuno de consensuar un planteamiento común para proponerle a los representantes de Salud Pública “la posibilidad de ampliar aforos y regularizar las normas del uso de recintos para eventos multitudinarios”, “porque seguimos insistiendo en que la Cultura es Segura”, matizó Núñez Díaz.

El viceconsejero de Cultura, por su parte, recordó, en el encuentro con AIMCA, que, no obstante, las instituciones locales ya disponen de una normativa que les permite realizar actividades culturales controladas con las que se puede evitar que se pare la productividad del tejido cultural.

El viceconsejero Márquez Fandiño manifestó, por su parte, que, en estos momentos, “en los que sufrimos un repunte en la incidencia de contagios, queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía, al tiempo que reiteramos la seguridad en los espacios estables en los que se han adoptado, de forma estricta, los protocolos, incluso con extremos de autolimitación, constituyéndose en un ejemplo de honestidad y profesionalidad”, a cuyo mensaje se une AIMCA. “Les recordamos, como así ha venido sucediendo, que cualquier iniciativa en el ámbito cultural estará siempre sujeta a dar seguridad al público para que pueda disfrutar de los espectáculos con total tranquilidad, como ya sucede ahora”, añadió Márquez Fandiño.

La reunión se produjo pocas horas después de que la Unesco hiciera público un informe titulado Las industrias culturales y creativas frente a la Covid-19. Panorama del impacto económico, en el que se califica como “brutal y sin precedentes” el efecto de la pandemia en el ecosistema creativo mundial, que incluye a instituciones públicas y privadas, grupos transnacionales, empresas medianas y pequeñas y a millones de trabajadores independientes.

Según la Unesco, que ya había emitido a comienzos del año un comunicado en el que pedía a los Estados que no descuidaran a la cultura, el sector fue uno de los más golpeados por los confinamientos y las medidas sanitarias de distanciamiento físico en 2020. “Muchas personas en todo el mundo dependen de las Industrias Culturales [ICC] como su medio de vida. Sin embargo, los artistas y profesionales de la cultura han sido, particularmente, vulnerables a los choques económicos provocados por la pandemia”, comienza el informe, que estima que, en 2020, en comparación con el año anterior, el sector registró, en el mundo, pérdidas por valor 750.000 millones de dólares, que equivale a alrededor del 1% del PIB nominal mundial en 2019, y la destrucción de diez millones de empleos en el mundo, lo que representa una “caída dramática en la capacidad de las ICC para mantener resultados positivos desde un punto de vista social y cultural”.

Para la Unesco, cuanto más tiempo se retrase la recuperación de las actividades artísticas y culturales, más se verán afectadas en forma duradera. Por otro lado, se destaca que el rendimiento de las ICC en diferentes países fue sistemáticamente peor que el rendimiento general de sus economías nacionales y que su suerte en distintos territorios estuvo vinculada a la gestión de la pandemia en los países.