La apertura e inauguración de la misma contará con la presencia del Concejal de Cultura, D.  josé Carlos Agua, el día 20 de julio a las 20:00 h.

Antonio Morales es un artista formado en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria de Córdoba. Su actividad polifacética y de búsqueda comenzó con la pintura, para dedicarse posteriormente a su gran obsesión, la fotografía. Su último trabajo le ha llevado desde el pasado noviembre de 2016 a la sala de exposiciones de Afoco, y a diferentes localidades de la provincia cordobesa de la mano de la Fundación de Artes Plásticas Rafael Boti de la Diputación de Córdoba.

Su personalidad y sus preguntas quedan plasmadas en sus fotografías singulares. Para el ecuatoriano David Kattán, su obra «transita por una línea que une los espacios de la habilidad y la creatividad».

La exposición la componen 70 obras que discurren por un mundo de retratos construidos desde un discurso pausado y poético. 

“La teatralización de la escena está supeditada a la génesis conceptual de cada fotografía. Por tanto el autor hace bocetos, selecciona el modelo más adecuado a cada arquetipo, prepara el escenario, introduce elementos alegóricos, busca la estética más adecuada para el arte final.

Los cuerpos desvestidos, a veces asexuados por la intervención del artista, centran el discurso en el debate ancestral de realidad- irrealidad de todas las culturas y su ostentosa pretensión secular de adivinar el porvenir y cambiar el destino. Es algo así como intentar desvelar lo oculto, por otra parte muy en relación con la fotografía: imagen latente-imagen revelada, entendiendo esta última no sólo como "revelación", si no como descubrimiento de aquellas potencias ocultas que nuestros sentidos no pueden captar y que la mediación del artista las muestra cuasi reales para que así sean absorbidas por nuestro entendimiento.

Antonio busca una mitología contemporánea, donde en vez de tener dioses y diosas hay personificaciones de nuestros temores, frustraciones o dilemas. Las personas retratadas no se representan - a no ser que se trate de un retrato- como individuos, sino como símbolos de ios estados de la mente, aunque en todos ellos se da el nexo identitario del surrealismo como una especie de código genético artístico.” José Galvez, presidente de Afoco.