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viernes, 29 de marzo de 2024 11:58h.

La Sinfonía Inacabada de Schubert y la Novena Sinfonía de Bruckner con la Orquesta Filarmónica

Günther Herbig volverá a ponerse al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) el viernes 6 de julio en el decimoctavo concierto de la temporada de abono 2017-2018.

Günther Herbig dirige la Sinfonía Inacabada de Schubert y la Novena Sinfonía de Bruckner a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria
Günther Herbig dirige la Sinfonía Inacabada de Schubert y la Novena Sinfonía de Bruckner a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria

En este nuevo programa de la temporada del conjunto sinfónico del Cabildo de Gran Canaria, el Maestro Herbig, su principal director invitado, nos acerca al misterio de las grandes obras inacabadas de la historia de la música con dos ejemplos señeros firmados por Franz Schubert y Anton Bruckner, autores íntimamente conectados sobre los cuales se traza la línea evolutiva que lleva a su culminación el sinfonismo romántico austríaco. 

Ninguna de las reconstrucciones posteriores de estas magistrales composiciones ha podido añadir apenas luz al misterio que esconden. En los dos movimientos que componen la Sinfonía nº 8 en Si menor "Inacabada" (1822) Schubert nos sitúa frente a la oscuridad y un dolor insondables, en un clima de reconcentrada belleza que invita al oyente a una reflexión profunda. 

Concebida como su último tributo a Dios, la Sinfonía nº 9 en Re menor (1894) de Bruckner ocupó los últimos años del músico de Ansfelden, marcados de forma paulatina por la enfermedad. En este “Adiós a la vida”, como el propio Bruckner se refería al Adagio final, se perciben sus sufrimientos, las dudas que más le angustiaban y también su fe más profunda en una divinidad que no siempre ofrecía un semblante consolador. La riqueza armónica, una persistente incertidumbre tonal y la elocuencia de los acentos líricos, son elementos que marcan el devenir de una obra cuyos complejos desarrollos se resuelven en disonantes clímax que dejan multitud de preguntas en suspenso.

Magnífico programa sinfónico, triste pero al final esperanzador, como la vida misma.

Lo recomendamos y que lo disfruten en buena compañía.