Tras años de cuidado y preparación por parte de los profesionales de Loro Parque, Kiburi fue elegido como el más apto, debido a su edad, su genética y su comportamiento social, para unirse a un grupo de gorilas reproductor en Londres y así tener la oportunidad de relacionarse con hembras, reproducirse y ser capaz de desarrollar otros comportamientos.

Una experiencia pionera

Se sabe que los gorilas en su medio natural, forman grupos compuestos de 3 a 12 hembras, un macho dominante y juveniles. En ocasiones donde los machos no logran liderar su propio grupo, estos se asocian entre sí y forman grupos de machos solteros, evitando de esta manera permanecer aislados. Así los gorilas viven en un grupo social y desarrollan una conducta natural. 

Por esta razón, Loro Parque decidió llevar a cabo una estrategia pionera de conservación:  formar un grupo de gorilas machos solteros con aquellos individuos que aún no están preparados para formar su propio grupo reproductor, llevando a cabo un trabajo de preparación a la integración en un grupo reproductor en un futuro. Esta estrategia fue seguida por otros zoológicos a lo largo de los años, y permite conservar la herencia genética de estos jóvenes machos, mejorando así las expectativas de supervivencia de toda la población de estos animales. 

Colaboración entre zoos para la conservación de las especies

El año pasado el programa Ex-situ de European Association of Zoos and Aquaria / Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EEP, por sus siglas en inglés), decidió contactar con el zoo portuense para solicitar el traslado de un gorila macho soltero.  El EEP busca coordinar y 

regular a nivel europeo grupos reproductivos para especies en peligro de extinción. Mediante el EEP los zoológicos gestionan la población de todos los animales en conjunto, para mantenerla saludable desde el punto de vista genético. Consecuentemente, se evita tanto la endogamia como la perdida de diversidad genética de la población.

Hubo un trabajo hecho de antemano con la visita de un cuidador del Zoo de acogida a la institución zoológica canaria. El objetivo de esta primera etapa era que el nuevo cuidador del gorila pudiera familiarizarse con Kiburi, conocerlo y lograr establecer un lazo de confianza entre ambos. A la hora del traslado, Iñaki Ezquerro, el biólogo que supervisa el cuidado de Kiburi, acompañó al gorila durante todo el proceso de traslado y se quedó con él unos días para ayudarle en su proceso de adaptación a su nuevo hogar. 

“Estamos muy contentos de que se vaya y siga su camino, nos da pena porque es un miembro de la familia, pero estamos muy contentos de que prospere y pueda tener la oportunidad de formar su grupo reproductor y pueda desarrollar otras conductas naturales con hembras y sus crías” dice Iñaki Ezquerro, responsable de los mamíferos terrestres de Loro Parque.

Estas acciones se enmarcan en el One Plan approach for species conservation, que da un enfoque integral para las estrategias de preservación de la fauna, involucrando a todas las instituciones implicadas en estos procesos, tanto fuera como dentro de sus hábitats naturales.

50 años de Loro Parque

Fundado el 17 de diciembre de 1972, Loro Parque fue concebido inicialmente como un paraíso para papagayos e inició su andadura con tan solo 25 personas, 150 loros y un espacio de 13 000 metros cuadrados. Con el transcurso de los años, se convirtió en una de las instituciones zoológicas y reservas genéticas más respetadas y reconocidas del mundo, tanto por su belleza, como por la excelencia de sus instalaciones, el cuidado a los animales y su respeto a la naturaleza. Junto a Loro Parque Fundación, posee actualmente, en sus diferentes centros, la reserva de especies y subespecies de loros más grande y diversa del mundo y, por tanto, se ha convertido en la entidad líder a nivel internacional en la cría y el manejo de psitácidas.