¡Salvemos a la vaca Margarita!
Margarita es una vaca usada para la lidia y que nació en una ganadería; su destino era ir al matadero, al igual que todas las vacas que nacen en este tipo de explotaciones. En este caso Margarita corrió una suerte distinta: el ganadero se la entregó a un amigo que tiene una finca para que la vaca viviera tranquila hasta el fin de sus días. Nunca hubo una transacción económica.
Margarita ha vivido cuatro años ganándose el cariño de los habitantes del pueblo, el animal es especialmente afectuoso con los niños, disfruta del contacto humano. Margarita es un ser sensible que está acostumbrado a recibir caricias y cuidados.
Tras la denuncia de una vecina al propietario de la finca, las administraciones han detectado que Margarita nunca fue identificada ni registrada. Existe una ley Europea que obliga a la identificación del ganado, si esta ley se incumple el animal será sacrificado. Pero Margarita no es explotada como ganado. Es una vaca sensible y cariñosa, que ahora se enfrenta a una injusta sanción que tiene que pagar con su vida.
El Santuario Hogar ProVegan, junto a otros santuarios, está luchando para que Margarita no sea ejecutada. El Hogar ProVegan se ha ofrecido para acoger a Margarita hasta el fin de su vida proporcionándole todos los cuidados que requiera, para que siga feliz y tranquila.
¡AYUDA! ¡QUIEREN MATAR A MARGARITA!
Es inadmisible que Margarita tenga que pagar con su vida un fallo burocrático. Precisamente, ayer presentamos en el Congreso la Ley Cero, un marco legal que ampara a los Santuarios de Animales que actualmente se encuentran en un limbo administrativo al estar regulados como explotaciones ganaderas, pese a que son refugios para los animales desechados por la industria, rescatados o abandonados.
El Hogar ProVegan ha lanzado una campaña de recogida de firmas para salvar a Margarita. ¡Tenemos que salvar la vida de la vaca Margarita! ¡Pincha en el enlace y firma para salvarla!
