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miércoles, 24 de abril de 2024 13:28h.

La Tahonilla libera a tres búhos que ingresaron en el centro tras caer de sus nidos

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla recibió, en mayo, tres pollos de búho chico (Asio otus) que ingresaron casi de manera simultánea.

La Tahonilla buho chico (1)
La Tahonilla libera a tres búhos que ingresaron en el centro

Los tres ejemplares habían caído de sus nidos y las personas que los recogieron llamaron a los servicios de Fauna del Cabildo, temiendo que no pudieran sobrevivir debido a su pequeño tamaño. Uno de los búhos llegó desde Las Arenas en Puerto de La Cruz, otro de Geneto, en La Laguna, y el tercero de la zona del casco de Los Realejos. Al año ingresan una media de 200 ejemplares de pollos de rapaces al centro, siendo su mayoría los pertenecientes a las especies de cernícalos (Falco tinnunculus) y de búhos chicos (Asio otus).

 

La Tahonilla búhos
La Tahonilla libera a tres búhos que ingresaron en el centro

En el centro de recuperación se cuidaron y se alimentaron diariamente hasta que ha llegado el momento en el que fueron capaces de volar y cazar presas vivas, momento en el que están preparados para ser liberados de nuevo a la naturaleza. Una vez llegado este momento, los especialistas del Centro de Recuperación de Fauna de La Tahonilla se trasladaron a la zona boscosa del Camino del Infierno en Tegueste para llevar a cabo la liberación de los tres búhos. 

La consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, ha destacado “el importante papel que desempeña la ciudadanía al identificar animales en peligro y llamar a los equipos de Fauna para su recuperación”, y recordó que “las personas que se encuentren animales heridos o afectados por caídas de sus nidos pueden llamar al 112 o al 900282228 donde el personal del fauna recogerá la incidencia y se desplazará a recoger a los animales”

La liberación directa es el método más sencillo y utilizado a la hora de devolver especies como esta a su hábitat natural, ya sean ejemplares jóvenes o adultos.  Estas liberaciones son llevadas a cabo por personal especializado y deben hacerse en lugares que aseguren un ambiente idóneo. En el caso de especies nocturnas como los búhos se procura esperar a que caiga la noche.

Los ejemplares liberados permanecen durante un tiempo tranquilos en el lugar en el que se van a soltar familiarizándose con el entorno de un modo paulatino hasta que oscurece, momento en el que afrontarán sus primeras inspecciones. 

Uno de los inconvenientes de esta práctica es que el encuentro con el medio es brusco y será, por tanto, crítica la forma física y la competencia en el hábito de caza.