Irene Soffiati, jugadora parapléjica de golf adaptado, nombrada embajadora de Amarilla Golf
Irene Soffiati, de 34 años, jugadora parapléjica de golf adaptado, ha sido nombrada embajadora de golf adaptado por Amarilla Golf.

Amarilla Golf, uno de los campos de golf más relevantes de la isla de Tenerife fue inaugurado en 1989 y un año más tarde debutó internacionalmente en la alta competición, siendo sede de segunda edición del Open de Tenerife, perteneciente al Tour europeo de la PGA.
Irene, que en Italia era campeona regional de gimnasia artística, se quedó en silla de ruedas cuando tenía 18 años, a causa de un accidente, "prácticamente vivía en el gimnasio. Entrenaba todos los días, la gimnasia era mi vida.
Después del accidente, siempre me negué a practicar deportes 'adaptados': respetaba a los que lo hacían, pero no me veía haciéndolo. Estaba segura de que no volvería a hacer deporte en mi vida", nos cuenta Irene.
Pero cuando se mudó a Tenerife, algo de magia ocurrió: mirando a su hijo Leo, 6 años, “pegando bolas” en la Academia de Amarilla Golf, empezó a sentir un tirón: "Empecé casi en secreto porque me daba vergüenza. La verdad es que me atrapó inmediatamente.
Entonces, uno de los instructores de Leo, Francisco Paco Cea, un golfista de nivel europeo con varias apariciones y relevancia en el Tour Europeo, se acercó a mí y comenzó a seguirme, muy discretamente. Me cortó los hierros, me construyó tees especiales... empezamos a entrenar juntos y perdí completamente la cabeza por este deporte”.
Faltaba la cosa más importante, una silla especial que le permitiera jugar en pie. Gracias a la ayuda de la Federación Canaria de Golf y a un préstamo, Irene la consiguió y desde allí no paró de entrenar.
"Quiero dar las gracias a Amarilla Golf y a la familia Tavío porque después de convertirse en mi principal patrocinador me eligieron por una plaza tan importante como la de embajadora de golf adaptado, o sea para seguir hablando y sensibilizando sobre el tema de la superación y del deporte. Es un honor muy grande, de verdad, y espero estar a la altura" comenta Irene.
"Amarilla Golf siempre ha sido muy sensible a la movilidad reducida y los deportes adaptados. El fundador, nuestro padre Antonio Tavío Peña, en la última parte de su vida se quedó en silla de ruedas y esto nos empujó muchísimo a trabajar en esta dirección, lograr que nuestros campos fueran lo más accesibles posible. Entre muchos aspectos más, los tees de salida no tienen escalones y tenemos baños donde hasta la silla de golf de Irene puede entrar.
Para nosotros es un orgullo apoyarla y animarla porque su determinación es un ejemplo a seguir: "siempre estaremos a su lado", comenta Ángela Tavío Ascanio, directora de Amarilla Golf & Marina.